El jefe del equipo negociador del Gobierno de Colombia, Humberto de la Calle, reafirmó que no se pactará un alto el fuego con las FARC mientras no se alcance un acuerdo definitivo de paz y aseguró que "la guerrilla deberá responder por todo lo ocurrido en medio del conflicto".
Las delegaciones del Gobierno del presidente, Juan Manuel Santos, y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la mayor guerrilla del país, iniciaron este domingo en La Habana el duodécimo ciclo de las conversaciones que intentan poner fin al largo conflicto armado en ese país sudamericano.
En las últimas tres semanas de receso de los diálogos se han producido en el país andino diversas acciones atribuidas a la guerrilla, la más destacada el pasado 20 de julio (aniversario del Día de la Independencia) cuando las FARC mataron en combates a 19 soldados en diversos puntos del país.
A pesar de esos hechos, Santos dijo el 20 de julio que sus esfuerzos de reconciliación siguen firmes y defendió en la Corte Constitucional una enmienda a la Carta Magna que contiene un marco jurídico para afianzar el proceso de paz, el cual es criticado como "patente de impunidad para los delitos cometidos por la guerrilla" por diversos líderes, como el expresidente colombiano Alvaro Uribe.
El Gobierno asegura que el esquema de paz no supondrá impunidad para los delitos de lesa humanidad.
"Recordamos con admiración y respeto a nuestros militares y policías por su sacrificio en beneficio de Colombia. A los familiares, nuestra voz de aliento y solidaridad. La guerrilla deberá responder por todo lo ocurrido en medio del conflicto", dijo hoy De la Calle.
Tras admitir que "muchos colombianos no entienden" que se esté dialogando "cuando continúan los ataques por parte de los grupos en armas", De la Calle recordó que la decisión de no pactar un cese al fuego obedece, entre otras razones, a que el deseo del Gobierno es "terminar la guerra, no prolongarla".
"Precisamente buscamos un acuerdo para finalizar la guerra, para que no haya más violencia. Para evitar más muertes absurdas", señaló el jefe de los negociadores de Santos en una declaración ante los medios en la que, como es habitual, no se admitieron preguntas.
También garantizó que el Gobierno no va a firmar ningún acuerdo con la guerrilla "que no haga a Colombia más segura".
En la nueva ronda de las conversaciones, Gobierno y las FARC continuarán debatiendo el segundo punto de la agenda pactada para el proceso de paz: las condiciones y garantías para la participación política de la guerrilla en caso de que se alcance un acuerdo de paz.
Pero "no se trata solo de que el Estado otorgue garantías. También corresponde a las FARC brindarlas. Para que cese la violencia. Para que las víctimas estén en el centro de sus preocupaciones. Para que todo ciudadano pueda hacer política sin intimidación", indicó de La Calle.
Por su parte, los delegados de paz de la guerrilla inauguraron la nueva ronda de conversaciones con la lectura ante los medios de otra declaración donde se quejaron del "tratamiento infame" que el Gobierno le está dando a "las justas protestas" de los pobladores de la región del Catatumbo.
"Al Gobierno no le interesa defender al campesino pobre sino los sacrosantos derechos del capital", criticaron las FARC en su nota leída por el guerrillero "Andrés París", alias de Jesús Emilio Carvajalino.