La Iglesia católica de El Salvador pidió hoy acabar con la situación "degradante" e "indigna" de miles de reos en el sistema penitenciario del país.
Los reclusos han perdido su libertad, pero "no pueden ser privados de sus derechos humanos elementales, y en la cárcel encontramos una situación degradante, indigna, que no puede ser", declaró el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar.
"Ojalá que el nuevo Gobierno (que surgirá de las elecciones de 2014), del partido que sea, tome cartas en el asunto" y adopte "una política de nación" para que "se solucione este problema", agregó el prelado en conferencia de prensa en la catedral de San Salvador.
Los 21 presidios del país tienen capacidad para más de 8.000 internos, pero albergan más de 30.000, lo que representa un hacinamiento superior al 320 %, según datos oficiales.
Las obras de ampliación en algunos presidios están demoradas por trabas burocráticas a pesar de que hay fondos aprobados para ello por organismos financieros internacionales, indicó este domingo una publicación de El Diario de Hoy.
El hacinamiento en las prisiones es un problema "de bastante tiempo o, si queremos ser más realistas, desde siempre, creo yo; nunca hemos tenido un sistema penitenciario como debe ser, digno", señaló Escobar.
Lamentó que "siempre se ha hablado de mejorarlo, de construir otras prisiones, de tener otro nivel, de programas de reinserción, de superación (de reclusos), pero no se ha podido".
"Los gobiernos anteriores, últimos, y este Gobierno, han hecho esfuerzos" por mejorar el sistema penitenciario, "pero que se haya conseguido, ciertamente no", apostilló.
"Venimos ya de tanto tiempo trayendo un problema de hacinamiento y de falta de justicia para con nuestros hermanos reclusos porque, si bien es cierto están privados del derecho a la libertad y de otros derechos que le son afines (...), tienen siempre los demás derechos", insistió el arzobispo.
EFE