Las peluquerías zulianas se niegan a comprar cabello natural para la realización de pelucas y postizos luego del escándalo ocasionado por los ataques de “las pirañas”.
“No, aquí no compramos cabello”, señalan los encargados de los centros estéticos quienes consideran que esto ya no es rentable.
“Tengo que procesarla para el uso, prefiero comprarle el producto a mi distribuidor. Las personas que se dedican a la venta ilícita de cabello se sientan en la Feria de la Comida, las hemos visto”, relató un estilista marabino.
Agregó que a principios de semana en dos oportunidades entraron mujeres a la estética en la que trabaja a ofrecer colas de cabello para extensiones.
“En la mañana entró una ofreciendo una larga cola de cabello, supuestamente era de su hija porque quería comprarle un celular. En la tarde se repitió la situación, entró una mujer ofreciendo lo mismo”, relató.
Sin embargo agregó que no es rentable comprar cabello natural a las mujeres que se acercan a ofrecerlo: “Si los estilistas compramos el cabello robado que nos ofrecen tendría que ser 1.500 bolívares mínimo, para poder montarlo en 5.500 bolívares. Los tratamientos que necesita el cabello para que queden bien las extensiones son muy costosos. Ese negocio de robar y vender pelo no es rentable en Venezuela”.
A pesar de esto, las marabinas siente temor de ser atacadas por una “piraña”. Una joven estudiante expresó: “La situación empeora cada día. Todos los días se escucha un comentario nuevo, solo podemos estar con el pelo suelto es lugares seguros”.
Con información de La Verdad.