(EFE) . Las Fuerzas Armadas de Brasil reconocen oficialmente que al menos 29 de sus miembros están casados o tienen uniones estables con personas del mismo sexo, según datos concedidos por la Marina, el Ejército y la Fuerza Aérea al portal de noticias G1.
La lista incluye a los militares cuyas parejas del mismo sexo tienen derecho a los beneficios concedidos a las parejas heterosexuales, como seguro médico y pensión, según un informe divulgado hoy por G1.
Las parejas de homosexuales y lesbianas que solicitaron los beneficiosfueron reconocidas como dependientes de los militares por el Ministerio de Defensa.
De los 29 homosexuales que han admitido su opción sexual para beneficiar a sus parejas, 26 están en las filas de la Marina, de los que tres presentaron certificados de casamiento emitidos por notarías y los otros 23 declaraciones de que tienen uniones estables con personas del mismo sexo.
Los otros tres casos son de militares al servicio del Ejército.
La Fuerza Aérea aclaró que concede los beneficios a las parejas del mismo sexo pero que sus registros no hacen distinción entre homosexuales o heterosexuales, por lo que no puede contabilizar el número de casos.
Uno de esos casos es el del compañero de un sargento homosexual que trabaja como controlador de vuelo en la ciudad de Recife y que fue reconocido públicamente como dependiente del militar por la Fuerza Aérea en abril pasado.
MEDIDAS ADOPTADAS
Según G1, la tendencia es que aumente el número de militares que declaren su homosexualidad debido a que las Fuerzas Armadas están adoptando pasos para reducir la discriminación.
Según G1, la tendencia es que aumente el número de militares que declaren su homosexualidad debido a que las Fuerzas Armadas están adoptando pasos para reducir la discriminación.
La Marina, por ejemplo, alteró las normas internas para excluir los términos “marido” o “mujer” en los certificados de dependientes, que ahora tan sólo son identificados como “cónyuges”.
En mayo pasado el Consejo Nacional de Justicia (CNJ) de Brasil aprobó una resolución que legalizó por la vía judicial el casamiento homosexual, que no era aceptado en Brasil, al ordenar a las notarías que inscriban registros de casamiento de personas del mismo sexo.
En Brasil sólo se contemplaba hasta entonces la figura de la unión estable de personas del mismo sexo, que en términos de derechos es equivalente a un casamiento, aunque sus miembros son considerados solteros y como tales tienen limitaciones en cuanto a herencias y otras garantías reservadas a los matrimonios heterosexuales.