Grecia celebró hoy su tercera jornada consecutiva de huelgas con un paro de 48 del sector público y una manifestación con varias decenas de miles personas en el centro de Atenas.
El sector público al completo se sumó así a las protestas que llevan celebrando desde el lunes parte de este colectivo, como son los profesores de secundaria, los administrativos de las universidades, los trabajadores de la seguridad social y de las oficinas de empleo, así como desde ayer el personal sanitario de los hospitales públicos.
Las protestas se dirigen mayoritariamente contra el compromiso del Gobierno con la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) de colocar a 12.500 funcionarios hasta finales de mes y a otros tantos hasta finales de año en el llamado esquema de la movilidad laboral.
Este modelo prevé el traslado forzoso o despido de los afectados en un plazo de ocho meses después de haber recibido la orden.
Durante ese periodo el trabajador afectado percibe el 75 % de su salario, pero puede ser trasladado a cualquier otro puesto en el que haya vacantes o bien ser despedido si al término de los ocho meses no se le encuentra ocupación.
En la manifestación que recorrió todo el centro de Atenas participaron según el sindicato de funcionarios ADEDY unas 50.000 personas y según la policía en torno a 10.000.
"Huelga permanente hasta la victoria" era uno de los lemas más recurrentes de las pancartas de esta manifestación, que culminó en la emblemática plaza de Syntagma, sede del Parlamento y cita ya habitual de las numerosas protestas que se han desarrollado en Atenas desde el estallido de la crisis económica hace seis años.
"Los profesores necesitan nuestra solidaridad en su lucha porque muchos de ellos acabarán siendo despedidos y otros trasladados forzosamente a otro puesto", señaló a Efe una joven de 15 años y alumna de primero de Liceo que participaba en la protesta.
En términos similares se expresó un profesor jubilado, que ha visto mermada su pensión en un 30 % desde que se firmó el paquete de ajuste con la troika de acreedores.
"Esta huelga necesita del apoyo de todo el pueblo, y sobre todo de la gente que por ahora no se siente amenazada. Mañana o pasado podrá llegar su turno", dijo.
El presidente del sindicato de maestros de primaria, Jarálambos Kókinos señaló a Efe que todas las secciones de su organización celebrarán mañana asambleas para debatir la propuesta de la cúpula sindical de una huelga permanente.
Kókinos explicó que además de la movilidad laboral, un problema grave es la precariedad económica que ya padece el profesorado.
Como ejemplo citó el caso de los maestros de primaria que empiezan su carrera profesional con un salario bruto de 640 euros y la terminan con no más de 1.500 euros.
El presidente del sindicato de funcionarios de hospitales públicos, Stavros Kutsiubelis, recordó que el ministerio de Sanidad prevé el cierre de todos los hospitales que tienen menos de cien camas y que sus trabajadores serán trasladados a los grandes hospitales para cubrir la falta de personal.
Esto forma parte de una gran reforma sanitaria que prevé tan solo en Atenas y Salónica el cierre de ocho hospitales y la conversión en centro de salud de otros muchos.
La protesta del personal hospitalario no solo se dirige contra el paso de 1.835 personas de este colectivo a la movilidad laboral, sino contra toda la reforma sanitaria, que, entre otras medidas, incluye que ya no sean atendidos obligatoriamente los desempleados de larga duración.
La manifestación estuvo ensombrecida por el asesinato de un militante izquierdista a manos de un neonazi, ocurrido durante la madrugada en una zona de El Pireo.
El autor, que fue detenido poco después, confesó ser miembro del partido ultraderechista Amanecer Dorado.
"Desgraciadamente no podemos hablar hoy de la tan importante huelga de los maestros, porque debemos hablar de algo mucho más grave, el asesinato de un joven y los intentos de desestabilizar el Estado por parte de la banda criminal Amanecer Dorado", dijo el líder de la oposición y presidente del izquierdista Syriza, Alexis Tsipras, al acudir a la manifestación.
El sector público al completo se sumó así a las protestas que llevan celebrando desde el lunes parte de este colectivo, como son los profesores de secundaria, los administrativos de las universidades, los trabajadores de la seguridad social y de las oficinas de empleo, así como desde ayer el personal sanitario de los hospitales públicos.
Las protestas se dirigen mayoritariamente contra el compromiso del Gobierno con la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) de colocar a 12.500 funcionarios hasta finales de mes y a otros tantos hasta finales de año en el llamado esquema de la movilidad laboral.
Este modelo prevé el traslado forzoso o despido de los afectados en un plazo de ocho meses después de haber recibido la orden.
Durante ese periodo el trabajador afectado percibe el 75 % de su salario, pero puede ser trasladado a cualquier otro puesto en el que haya vacantes o bien ser despedido si al término de los ocho meses no se le encuentra ocupación.
En la manifestación que recorrió todo el centro de Atenas participaron según el sindicato de funcionarios ADEDY unas 50.000 personas y según la policía en torno a 10.000.
"Huelga permanente hasta la victoria" era uno de los lemas más recurrentes de las pancartas de esta manifestación, que culminó en la emblemática plaza de Syntagma, sede del Parlamento y cita ya habitual de las numerosas protestas que se han desarrollado en Atenas desde el estallido de la crisis económica hace seis años.
"Los profesores necesitan nuestra solidaridad en su lucha porque muchos de ellos acabarán siendo despedidos y otros trasladados forzosamente a otro puesto", señaló a Efe una joven de 15 años y alumna de primero de Liceo que participaba en la protesta.
En términos similares se expresó un profesor jubilado, que ha visto mermada su pensión en un 30 % desde que se firmó el paquete de ajuste con la troika de acreedores.
"Esta huelga necesita del apoyo de todo el pueblo, y sobre todo de la gente que por ahora no se siente amenazada. Mañana o pasado podrá llegar su turno", dijo.
El presidente del sindicato de maestros de primaria, Jarálambos Kókinos señaló a Efe que todas las secciones de su organización celebrarán mañana asambleas para debatir la propuesta de la cúpula sindical de una huelga permanente.
Kókinos explicó que además de la movilidad laboral, un problema grave es la precariedad económica que ya padece el profesorado.
Como ejemplo citó el caso de los maestros de primaria que empiezan su carrera profesional con un salario bruto de 640 euros y la terminan con no más de 1.500 euros.
El presidente del sindicato de funcionarios de hospitales públicos, Stavros Kutsiubelis, recordó que el ministerio de Sanidad prevé el cierre de todos los hospitales que tienen menos de cien camas y que sus trabajadores serán trasladados a los grandes hospitales para cubrir la falta de personal.
Esto forma parte de una gran reforma sanitaria que prevé tan solo en Atenas y Salónica el cierre de ocho hospitales y la conversión en centro de salud de otros muchos.
La protesta del personal hospitalario no solo se dirige contra el paso de 1.835 personas de este colectivo a la movilidad laboral, sino contra toda la reforma sanitaria, que, entre otras medidas, incluye que ya no sean atendidos obligatoriamente los desempleados de larga duración.
La manifestación estuvo ensombrecida por el asesinato de un militante izquierdista a manos de un neonazi, ocurrido durante la madrugada en una zona de El Pireo.
El autor, que fue detenido poco después, confesó ser miembro del partido ultraderechista Amanecer Dorado.
"Desgraciadamente no podemos hablar hoy de la tan importante huelga de los maestros, porque debemos hablar de algo mucho más grave, el asesinato de un joven y los intentos de desestabilizar el Estado por parte de la banda criminal Amanecer Dorado", dijo el líder de la oposición y presidente del izquierdista Syriza, Alexis Tsipras, al acudir a la manifestación.
AGENCIA