El expresidente sudafricano Nelson Mandela abandonó hoy el hospital de Pretoria en el que estaba ingresado desde el pasado 8 de junio y fue trasladado a su casa de Johannesburgo, donde recibirá también cuidados intensivos, ya que su estado continúa siendo "crítico y a veces inestable".
La vuelta a casa de Mandela, de 95 años, fue anunciada hoy por la Presidencia de Sudáfrica, que ayer desmintió la salida del hospital del antiguo estadista, tal y como había anunciado una de sus hijas a medios de comunicación extranjeros.
"El estado de Mandela sigue siendo crítico y a veces es inestable. No obstante, su equipo médico está convencido de que recibirá el mismo nivel de cuidados intensivos en su casa de Houghton" en Johannesburgo, indicó el comunicado de la Presidencia de Sudáfrica difundido hoy.
Según la fuente, la residencia de Mandela "ha sido modificada para permitirle recibir cuidados intensivos allí", y "el personal sanitario que le tratará en su casa es el mismo que lo hizo en el hospital".
Mandela llegó a su domicilio poco después de las 11.00 hora local (09.00 GMT) en una ambulancia privada, poco antes de que la Presidencia diera a conocer que abandonaba el hospital, precisó el diario sudafricano "City Press".
El vehículo formaba parte de un convoy compuesto por otra ambulancia, ésta perteneciente al Ejército de Sudáfrica, y dos furgonetas.
Poco antes de que la comitiva completara la hora escasa de camino que separa Pretoria de Johannesburgo, la Policía había acordonado la calle de la vivienda, ante la que curiosos y turistas han dejado en las últimas semanas fotos, carteles y piedras con deseos de recuperación escritos para Mandela.
Un tercer vehículo de emergencias, también perteneciente a las Fuerzas Armadas, llegó poco después a la casa, junto a la que había aparcado un automóvil negro de matrícula militar (el Ministerio de Defensa es el encargado en Sudáfrica de la salud y la protección de los ex jefes de Estado).
La salida de Madiba -nombre de su clan en el idioma xhosa y como se conoce cariñosamente en Sudáfrica al icono de la lucha contra el régimen racista del "apartheid"- ha trasladado el foco de atención mediática del MediClinic Heart Hospital de Pretoria a la residencia del expresidente, en el acomodado barrio de Houghton.
Decenas de fotógrafos, cámaras de televisión y periodistas, que de manera intermitente habían montado guardia ante el hospital de la capital sudafricana, se concentraron a la espera de noticias y visitas de familiares frente a la vivienda, donde la Policía ha reforzado las medidas de seguridad.
Pese que Mandela no ha salido del estado crítico en el que entró el pasado 23 de junio, la nota presidencial de hoy incluye también un toque de optimismo, al recordar que, "a pesar de las dificultades (...), siempre muestra una inmensa fortaleza y gracia".
El primer miembro de la familia en pronunciarse públicamente sobre la salida del hospital de Madiba fue su nieto mayor, Mandla Mandela: "Es un día para celebrar que finalmente haya vuelto a casa con nosotros".
Sin embargo, la vuelta a casa de un Mandela que seguiría al borde de la muerte ha disparado en Sudáfrica los rumores sobre la inminencia de su fallecimiento.
"Aunque no hay síntomas de recuperación, es una buena noticia para él que haya vuelto a casa, donde siempre estará más cómodo y recibirá más calor que en un hospital", dijo a Efe el ingeniero sudafricano Martin Wessels.
En el mismo sentido se manifestó su compatriota Razeen Booysen: "Creo que le mandan a casa porque allí estará más cómodo. Pero tengo la sensación de que no podían hacer nada más por él en el hospital".
La que ahora concluye ha sido la cuarta vez, desde el pasado mes de diciembre, en que Mandela ha sido ingresado en un hospital.
El icono de la resistencia contra el "apartheid" y la lucha por la convivencia racial contrajo los problemas respiratorios que ahora padece durante los 27 años que pasó ingresado en las cárceles del régimen segregacionista.
Madiba se convirtió en el primer presidente negro de Sudáfrica, tras imponerse en las primeras elecciones democráticas del país, celebradas en abril de 1994.
EFE