Presidente de Francia pide "unidad" a los miembros de su gobierno
El presidente francés François Hollande llamó al orden el miércoles a los miembros de su gobierno, a los que pidió "unidad" y "solidaridad", tras una semana de divisiones, en particular respecto a la integración en Francia de los gitanos esteeuropeos.
Desde que asumió la presidencia en 2012, el Hollande se abstuvo de criticar a su primer ministro, Jean-Marc Ayrault.
Este miércoles, lo hizo implícitamente en el Consejo de Ministros al pedirle que "vele más aún por la coordinación del trabajo y la expresión gubernamental", según la portavoz del gobierno, Najat Vallaud-Belkacem.
En menos de una semana, el gobierno francés ha dado el espectáculo de ministros que polemizan en público sobre la integración de los gitanos esteeuropeos en la sociedad francesa, además de mostrar dificultades para tener posiciones claras sobre el trabajo dominical o una reforma de horarios en la escuela primaria.
La semana pasada, declaraciones del ministro del Interior Manuel Valls sobre la imposibilidad de integración de los gitanos esteeuropeos desencadenaron una enorme polémica, incluso dentro del gobierno. La ministra de Vivienda, la ecologista Cécile Duflot, consideró las palabras de su colega contrarias a los valores de la República.
"Participar en un gobierno no borra las sensibilidades, pero impone la estricta aplicación de las reglas (...) de solidaridad, de unidad y de responsabilidad", subrayó Vallaud-Belkacem al dar cuenta de las declaraciones de Hollande en el Consejo de Ministros.
¿NUNCA MÁS?
Cuando hay debate, éste debe ser sometido al "arbitraje" del jefe de Estado y "situarse dentro del gobierno, no en la plaza pública", dijo Hollande.
El presidente instó a todos los ministros a la "responsabilidad". Según la portavoz, Hollande "lamentó tener que hacer esta advertencia, y dijo claramente que no quiere tener que volver a hacerla en el futuro".
El presidente de la bancada UMP (derecha,oposición) en la Cámara Baja criticó al gobierno considerando que la "cacofonía entre los diferentes ministros es increíble" y que el gobierno da "la impresión de un barco a la deriva"
En una declaración escrita remitida a la prensa, François Hollande aseguró que Francia respeta a los gitanos esteeuropeos y obra en favor de su integración "cuando las posibilidades y las voluntades existen".
Sin zanjar verdaderamente el desacuerdo entre Manuel Valls y Cécile Duflot, el presidente agregó que Francia "también respeta a los gitanos" cuando las autoridades luchan "en el marco de la ley" "contra las redes mafiosas, los tráficos y la utilización delictiva de los niños".
Además de intervenir respecto a este espinoso tema, que valió a Francia una advertencia de la Comisión Europea, y reconvenir a los ministros, Hollande se vio obligado el miércoles de hacerse cargo de otros dos temas de política interior que pueden tener repercusiones electorales para los socialistas en la perspectiva de los comicios municipales previstos en 2014: el trabajo dominical y una reforma de los horarios escolares.
Desde el fin de semana pasado, varias grandes tiendas de bricolaje mantienen un pulso con las autoridades, negándose a cerrar el domingo pese a las multas que pueden tener que pagar.
En la legislación francesa, el trabajo dominical es una excepción autorizada solamente para ciertas profesiones o en ciertas fechas.
Partidarios de que se autorice a los comercios a abrir los domingos serán recibidos este mismo miércoles en el palacio presidencial.
De la misma manera, la reforma de los horarios escolares, que las escuelas públicas, administradas por las municipalidades, deben aplicar a más tardar en septiembre de 2014, es objeto de polémica y de las críticas de la oposición. Hollade presidió el miércoles una reunión ministerial dedicada al tema. AGENCIA
Desde que asumió la presidencia en 2012, el Hollande se abstuvo de criticar a su primer ministro, Jean-Marc Ayrault.
Este miércoles, lo hizo implícitamente en el Consejo de Ministros al pedirle que "vele más aún por la coordinación del trabajo y la expresión gubernamental", según la portavoz del gobierno, Najat Vallaud-Belkacem.
En menos de una semana, el gobierno francés ha dado el espectáculo de ministros que polemizan en público sobre la integración de los gitanos esteeuropeos en la sociedad francesa, además de mostrar dificultades para tener posiciones claras sobre el trabajo dominical o una reforma de horarios en la escuela primaria.
La semana pasada, declaraciones del ministro del Interior Manuel Valls sobre la imposibilidad de integración de los gitanos esteeuropeos desencadenaron una enorme polémica, incluso dentro del gobierno. La ministra de Vivienda, la ecologista Cécile Duflot, consideró las palabras de su colega contrarias a los valores de la República.
"Participar en un gobierno no borra las sensibilidades, pero impone la estricta aplicación de las reglas (...) de solidaridad, de unidad y de responsabilidad", subrayó Vallaud-Belkacem al dar cuenta de las declaraciones de Hollande en el Consejo de Ministros.
¿NUNCA MÁS?
Cuando hay debate, éste debe ser sometido al "arbitraje" del jefe de Estado y "situarse dentro del gobierno, no en la plaza pública", dijo Hollande.
El presidente instó a todos los ministros a la "responsabilidad". Según la portavoz, Hollande "lamentó tener que hacer esta advertencia, y dijo claramente que no quiere tener que volver a hacerla en el futuro".
El presidente de la bancada UMP (derecha,oposición) en la Cámara Baja criticó al gobierno considerando que la "cacofonía entre los diferentes ministros es increíble" y que el gobierno da "la impresión de un barco a la deriva"
En una declaración escrita remitida a la prensa, François Hollande aseguró que Francia respeta a los gitanos esteeuropeos y obra en favor de su integración "cuando las posibilidades y las voluntades existen".
Sin zanjar verdaderamente el desacuerdo entre Manuel Valls y Cécile Duflot, el presidente agregó que Francia "también respeta a los gitanos" cuando las autoridades luchan "en el marco de la ley" "contra las redes mafiosas, los tráficos y la utilización delictiva de los niños".
Además de intervenir respecto a este espinoso tema, que valió a Francia una advertencia de la Comisión Europea, y reconvenir a los ministros, Hollande se vio obligado el miércoles de hacerse cargo de otros dos temas de política interior que pueden tener repercusiones electorales para los socialistas en la perspectiva de los comicios municipales previstos en 2014: el trabajo dominical y una reforma de los horarios escolares.
Desde el fin de semana pasado, varias grandes tiendas de bricolaje mantienen un pulso con las autoridades, negándose a cerrar el domingo pese a las multas que pueden tener que pagar.
En la legislación francesa, el trabajo dominical es una excepción autorizada solamente para ciertas profesiones o en ciertas fechas.
Partidarios de que se autorice a los comercios a abrir los domingos serán recibidos este mismo miércoles en el palacio presidencial.
De la misma manera, la reforma de los horarios escolares, que las escuelas públicas, administradas por las municipalidades, deben aplicar a más tardar en septiembre de 2014, es objeto de polémica y de las críticas de la oposición. Hollade presidió el miércoles una reunión ministerial dedicada al tema. AGENCIA
