El presidente de EE.UU., Barack Obama, se declaró este miércoles "exasperado" por la falta de acuerdo que ha llevado a la paralización de la Administración federal y alertó de que Wall Street "debería estar preocupado" por las consecuencias económicas que tendrá.
"Por supuesto que estoy exasperado, porque esto es completamente innecesario", dijo Obama en una entrevista con la cadena CNBC.
"Estoy exasperado con la idea de que, a no ser que yo diga a 20 millones de personas que no pueden tener cobertura sanitaria, esta gente no reabrirá el Gobierno", agregó.
El mandatario aseguró que durante su Presidencia se ha "desvivido" para trabajar con el partido republicano en muchos asuntos y ha "rebajado" su retórica liberal "a propósito".
"Creo que se me conoce por ser un tipo tranquilo. A veces la gente cree que soy demasiado tranquilo", afirmó.
"Así que si (el presidente de la Cámara baja, el republicano) John Boehner, toma la decisión de llevar al pleno una propuesta de ley (...), y si votan para asegurarse de que (...) no haya una suspensión (de pagos), estaré preparado para tener una negociación razonable y civil sobre muchos temas", añadió.
ADMINISTRACIÓN FEDERAL DE EE.UU. ESTÁ PARCIALMENTE PARALIZADA
Subrayó que está dispuesto a negociar y a hablar de cómo puede funcionar mejor la reforma sanitaria, pero no va "a hacerlo bajo la amenaza" de mantener cerrado el Gobierno.
"Eso mantendría el Gobierno abierto dos meses, pero estaríamos otra vez en el mismo punto en Navidad, y de nuevo en seis meses", apuntó. "Tenemos que romper este ciclo constante de gobernar de crisis en crisis", señaló en referencia al hábito del Congreso de aprobar sólo medidas presupuestarias de corta duración.
La Administración federal de EE.UU. está parcialmente paralizada desde la madrugada del martes a causa de la falta de acuerdo en el Congreso para aprobar fondos para el nuevo año fiscal.
El ala más conservadora de los republicanos, fundamentalmente el movimiento Tea Party, busca condicionar esa financiación a retrasos en la aplicación de la reforma sanitaria, algo que rechazan los demócratas y el propio Obama.
"Lo único que está evitando (que se resuelva esta situación) es que John Boehner no ha sido capaz de decir "no" a una facción del partido republicano que está dispuesta a quemar la casa por una obsesión con mi iniciativa de salud", lamentó Obama.
Preguntado por la relativa calma con la que Wall Street está reaccionando a la crisis fiscal, el mandatario replicó que los empresarios del país sí "deberían estar preocupados", porque éste no es "uno de los desacuerdos habituales" entre demócratas y republicanos.
"Creo que esta vez es diferente", destacó. "Esto puede tener un impacto en las vidas de la gente normal".
EFE