El discurso sobre inmigración del presidente estadounidense, Barack Obama, en San Francisco (California), fue interrumpido a gritos por uno de los asistentes que acudieron al acto, quien le pidió que pusiera un "alto a las deportaciones" que se producen en el país.
El joven, situado justo detrás del mandatario, tal y como se pudo apreciar en las imágenes de televisión, no tuvo reparos en cortar la intervención de Obama y exigirle que hiciera uso de sus poderes para frenar las deportaciones de inmigrantes ilegales en Estados Unidos.
"Usted tiene el poder para hacerlo", exclamó, segundos antes de entonar "¡Paren las deportaciones!" con ayuda de otras personas entre el público.
Obama, sin perder la compostura, pidió a los agentes de seguridad que no hicieran acto de presencia e indicó al joven que si la decisión dependiera exclusivamente de él, la habría tomado ya con anterioridad, pero recordó que para conseguirlo se requiere la aprobación del Congreso.
"Respeto la pasión de la gente joven. Pero usted debe saber que éste es un país de leyes, es parte de nuestra tradición. La solución fácil es gritar y pretender que yo puedo hacer algo violando nuestras leyes. Lo que propongo es el camino duro: usar nuestro proceso democrático para lograr ese mismo objetivo", indicó ante un gran aplauso de los asistentes.
En agosto del año pasado, la Administración Obama puso en marcha el programa de "acción diferida", conocido como "DACA" en inglés y que suspende durante dos años la deportación de EE.UU. de estudiantes indocumentados que hayan entrado al país cuando eran menores de edad, cumpliendo con una serie de requisitos.
Obama mediante orden ejecutiva, sin consulta al Congreso, la "acción diferida" en plena contienda para su reelección y en respuesta a las presiones de grupos pro-inmigrantes que le exigían cumplir su promesa de 2008 de poner en marcha una reforma migratoria.
El mandatario, criticado porque su Gobierno ha deportado a más de 1,5 millones de indocumentados desde 2009, ha dicho siempre que es el Congreso el que debe aprobar una reforma migratoria, una de las máximas prioridades de su segundo mandato.
EFE