El sujeto, de 62 años de edad, se sometió a una prueba de ADN para demostrar su “superioridad” racial, pero se llevó la sorpresa de que tiene 14 % de raíces africanas.
Pese a las burlas recibidas, el neonazi consideró que esto se trata de un “ruido estadístico” y que “el aceite y el agua no se mezclan”.
De hecho, acusa al programa de TV que difundió los resultados de generar sensacionalismo.