EFE) El líder del equipo más laureado del año, el francés Frank Ribery, el jugador más destacado del momento, el portugués Cristiano Ronaldo, y el calificado como mejor jugador del mundo, el argentino Leo Messi, aspiran al gran reconocimiento individual de cada
temporada, el Balón de Oro.
La gala del lunes en Zúrich desvelará, por fin, el rey del fútbol del 2013: el mantenimiento en el trono de Leo Messi, ganador de las cuatro últimas ediciones, el regreso a la cima de Ronaldo, que lo logró en el 2008 o la coronación de Ribery.
Ribery ganó todo con el Bayern Múnich en el 2013. Liga, Copa, Liga de Campeones, Supercopa europea y Mundial de Clubes. Solo la Supercopa de Alemania se escapó de sus manos. Un liderazgo que compartió con el que asume en su selección, con la que logró el pase para Brasil 2014. Fue elegido el mejor jugador de la UEFA en Europa, por delante de Messi y Cristiano.
Messi cerró la temporada con el título de Liga y la coronación como máximo goleador de la temporada en España. Igualmente, fue determinante para Argentina, a la que llevó al Mundial. Sin embargo, las lesiones han acosado al argentino, que apenas se dejó ver en la segunda parte del curso.
Los goles han devuelto a la cima a Cristiano Ronaldo, que se marchó de vacío de la temporada en cuanto a trofeos colectivos se refiere. El segundo máximo anotador de la Liga española, con 34 tantos, explotó en la segunda mitad del ejercicio. Acudirá a la gala como el mejor artillero del año entrante tanto en la Liga como en la Liga de Campeones. Pero sobre todo guió a Portugal hacia Brasil con una actuación descomunal. Su brillo está aún fresco.
Zúrich será un escaparate de estrellas del fútbol mundial. La designación del Balón de Oro será el colofón a una serie de reconocimientos que alientan la configuración de la ceremonia, donde también se aplauden a la mejor jugadora, a los más destacados entrenadores o al gol más espectacular. Una cita engalanada con leyendas del mundo del fútbol, que contemplará el pasado y el presente de este deporte.