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lunes, 24 de febrero de 2014

Barroso y Rouseff buscan un impulso al acuerdo de libre comercio con Mercosur

La UE y Brasil tratarán de cerrar este lunes en Bruselas un acuerdo comercial entre los países europeos y Mercosur (el bloque comercial que agrupa a Argentina, Bolivia, Paraguay, Uruguay, Venezuela y el propio Brasil), cuya negociación no ha tenido avances en los últimos cuatro años, y de acercar posturas sobre la situación que atraviesa Venezuela, donde se han registrado al menos 10 muertos en loschoques entre los grupos opositores al Gobierno de Nicolás Maduro y la policía.
Pese a que la intención inicial es dar un impulso final a las negociaciones entre la UE y Mercosur, la reticencia del Gobierno argentino ha obligado a las partes a rebajar temporalmente sus expectativas y a no desechar una negociación a dos velocidades. En este sentido, fuentes comunitarias contemplan la posibilidad de firmar, en primera instancia, un acuerdo con Brasil que posteriormente se amplíe al resto de miembros de Mercosur, pese a que no es el escenario más deseable. “No sería lo mejor para la UE; queremos involucrar a todos los países de Mercosur”, añaden en Bruselas.
"Será una oportunidad importante para confirmar nuestro compromiso conjunto con un acuerdo ambicioso y equilibrado entre la UE y Mercosur”, apuntó días antes del encuentro el presidente del Ejecutivo comunitario, José Manuel Barroso. A la cita acudirán, además del propio Barroso, la presidenta brasileña, Dilma Rouseff, y el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.
La séptima cumbre UE-Brasil echa a andar hoy en la capital comunitaria con un tono marcadamente económico. En la agenda del encuentro estarán asuntos como la cooperación de ambos bloques en materia de inversiones cruzadas (las empresas europeas se erigen ya como primer inversor en Brasil), tecnología y educación. Además, los dirigentes discutirán los detalles del proyecto de cielos abiertos –un acuerdo bilateral de transporte aéreo que abrirá ambos mercados a aerolíneas europeas y brasileñas- y del cable submarino que un consorcio eurobrasileño planea desplegar entre ambas regiones y que prevé mejorar las conexiones telefónicas y de internet entre ambos lados del Atlántico. A pesar de que, por el momento, el acuerdo solo implica a empresas privadas, fuentes comunitarias no descartan la participación pública en el proyecto por el lado de la financiación. “Es vital para las comunicaciones entre Europa y Brasil”, subrayan.
Más complejo parece el acuerdo en torno al régimen fiscal que Brasil aplica a las importaciones de coches y de otros productos intensivos en tecnología. La UE lo considera “discriminatorio” por dañar sus exportaciones, que sufren un gravamen adicional del que los productos brasileños están exentos. Un estudio encargado por EL PAÍS revela que los coches son un 40% más caros en Brasil que en países vecinos como Colombia o Perú. La última reunión para afrontar la fiscalidad brasileña tuvo lugar en Ginebra hace unos días y concluyó sin acuerdo entre las partes.
En el plano político, los mandatarios tratarán de acordar una posición común sobre la inestabilidad interna que vive Venezuela. "Es una preocupación que compartidos, así que hablaremos de ello", apuntan desde Bruselas. Pese a todo, la cuestión de Venezuela no está ni siquiera en la agenda oficial y no se espera una alusión pública al término de la cumbre.
EL PAIS