Sao Paulo, la mayor urbe sudamericana, está que arde: el mes de enero más caliente desde 1943 ha obligado a sus ciudadanos a cambiar de hábitos e incluso de forma de vestir,abandonando el traje y la corbata que marcan el ritmo imparable de la capital económica de Brasil.
Acostumbrada a ser más fresca y lluviosa que la zona costera, Sao Paulo, ubicada en una meseta de unos 700 metros de altura sobre el nivel del mar, se derrite como nunca en este inicio de 2014, de acuerdo a los registros históricos del Instituto Nacional de Meteorología (Inmet), que datan de hace 71 años.
"El momento que vivimos con este calor impulsó un cambio en nuestro modo de vestir", narró Cristiano Brasil, director de Recursos Humanos de Totvs.
Según el Inmet, el fuerte calor en Sao Paulo se debió a la formación de un sistema de alta presión que quedó "semi-estacionado" en la región sur y sureste vinculado a la falta de humedad, que permaneció en el sur amazónico en dirección a Paraguay y Bolivia.
La situación impidió que se formara la llamada "Zona de Convergencia del Atlántico Sur", responsable de los días más lluviosos en esta época del año y famosa por causar inundaciones en las calles de Sao Paulo.
El clima seco ya afecta a los niveles de los reservorios de agua en Sao Paulo y sus alrededores, que corren el riesgo de sufrir un racionamiento en los próximos meses.
Según el Inmet, en enero se registró la menor humedad para el mes de los últimos 29 años, 21,4%, justamente en Sao Paulo, conocida como "la tierra de la garoa (llovizna)" y por experimentar las cuatro estaciones en apenas un día.
La empresa estatal paulista Sabesp, responsable del abastecimiento de agua en la región, emitió un comunicado de alerta el 28 de enero sobre una caída de los recursos a su menor nivel en diez años y pidió a la población que redujera el consumo de agua.
Uno de los reservorios, en la región norte de la ciudad, en la Sierra de la Cantareira, con capacidad para casi 1 billón de litros, está en un nivel considerado crítico, ya que trabaja al 22% de su capacidad, el peor en 39 años.
"Es el tercer verano consecutivo con lluvias menores que lo esperado", informó Sabesp.
El período de lluvias, que va de octubre a marzo en la región sudeste de Brasil (Sao Paulo, Río de Janeiro, Minas Gerais y Espírito Santo) sirve para llenar las represas y tener reservas en el ciclo más seco, que va de abril a septiembre.
El problema de abastecimiento se debe a la falta de lluvias en diciembre de 2013, que fueron de 81,3mm, muy por debajo de los 208,8mm normales para ese mes.
Para el meteorólogo del Inmet Franco Vilella, Sao Paulo está obteniendo registros récord de altas temperaturas.
Sobre ese punto gira la conversación en bares, taxis y vecindarios de esta jungla de edificios construidos de forma caótica durante décadas de crecimiento desenfrenado.
"No podemos asociar directamente un evento al calentamiento global estadísticamente hablando, pero este es un fenómeno que se espera en un escenario de cambio climático", declaró Vilella.
El especialista aclaró que no es posible decir que la alta temperatura esté vinculada a un fenómeno de cambio climático, "pero tampoco puede descartarse".
Para Cristiano Brasil, con o sin cambio climático, las empresas comienzan a abandonar la formalidad en los días insoportables, adaptando la forma de vestir de sus empleados.
"Creo que esto puede ser una tendencia en empresas que entiendan lo que las nuevas generaciones demandan. Puede ocurrir en empresas que vean la necesidad de caminar con las nuevas generaciones y que tengan apetito innovador", explicó.
Los empleados de su empresa, reveló, fueron a trabajar con una satisfacción "notoria" tras ser liberados de la corbata. EFE