Crimea avanza a toda velocidad en la integración con Rusia y ya está lista para pasar a partir de mañana al rublo, la moneda nacional rusa, mientras Moscú se afianza cada vez más en su recién adquirida soberanía sobre la península.
Aunque formalmente no será hasta mañana cuando el rublo empiece a circular en territorio de Crimea, muchos hoteles y restaurantes ya cobran a sus clientes en la que será la moneda al uso en la recién estrenada república de la Federación de Rusia.
La vuelta, eso sí, se da por ahora en grivnas ucranianas, ya que todavía hay pocos rublos en la península incorporada a todos los afectos a Rusia el pasado viernes, cuando el tratado de unión fue promulgado por el presidente ruso, Vladímir Putin.
EL RUBLO Y LA GRIVNA
La adaptación de la nueva moneda será mucho más problemática para los comercios, que necesitan configurar o incluso cambiar sus cajas registradoras para poder imprimir facturas denominadas en rublos, señalan los medios locales.
Los administradores de algunos comercios reconocieron a la agencia rusa Itar Tass que contarán a partir de mañana con dos cajas registradoras en sus establecimientos.
El rublo y la grivna convivirán durante el llamado periodo transitorio, marcado en el calendario hasta el 1 de enero del próximo año.
Dentro de una semana y coincidiendo con el cambio a la hora de verano en buena parte del mundo, Crimea dejará el huso horario de Ucrania (GMT+2) para pasar al de Moscú (GMT+4) a pesar de que éste no concuerda con ubicación geográfica, que sitúa a la península en su hora actual.
El autoproclamado Gobierno de Crimea "vendió" a sus ciudadanos la adhesión a Rusia con promesas depensiones, salarios y subsidios sociales mucho más altos de los que les pagaba Ucrania.
Con la llegada del rublo, los jubilados crimeos, que suman un tercio de la población en la península, esperan un aumento prácticamente inmediato de sus exiguas pensiones, hasta ahora de poco más de 100 euros en muchos casos.
Los crimeos ya son a todos los efectos ciudadanos rusos, y muchos han recibido ya el pasaporte de este país o iniciado el trámite para obtenerlo en los próximos días.
La paradoja, para muchos contradictoria e incluso ridícula, está en que la ciudadanía rusa será concedida a todos los crimeos de forma automática a menos que se dirijan a las autoridades de la península antes del próximo 16 de abril para renunciar expresamente a ella.
Mientras, Ucrania seguirá considerando ciudadanos suyos a todos los crimeos "forzados a recibir el pasaporte ruso", aseguró el ministro portavoz ucraniano, Ostap Semerak.
LEGISLACIÓN Y EDUCACIÓN
En otros ámbitos, la adaptación de Crimea a los estándares y la legislación rusos llevará mucho más tiempo, como ya han reconocido tanto las autoridades rusas como las crimeas.
En la educación, serán necesarios varios años para adaptar los programas educativos y homogeneizar los sistemas de acceso a la universidad.
Y mientras Crimea se adapta para ser plenamente rusa, Rusia ya ejerce sin el menor complejo su soberanía sobre lo que era territorio ucraniano hasta hace menos de una semana.
Porque pese a todas las quejas y críticas de la comunidad internacional y Ucrania, "Crimea es hoy parte de Rusia", como señaló el presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, quién subrayó que "reconocerlo o no nada va a cambiar" en este sentido.
El presidente ruso ordenó hoy a su Gobierno elaborar antes del próximo 29 de mayo un detallado plan sobre establecimiento de las distintas autoridades federales en territorio de Crimea y el puerto de Sebastópol.
Militarmente, el control de las tropas rusas sobre la península es prácticamente absoluto, ya fuera por el asalto y la toma de unidades militares ucranianas o el cambio de bando voluntario de muchos soldados de ese país.
A 22 de marzo, la bandera rusa ondea sobre un total de 189 unidades y centros administrativos de las Fuerzas Armadas de Ucrania emplazadas en Crimea, informó el Ministerio de Defensa ruso.
La desidia de las más altas autoridades políticas y castrenses de Kiev, que dejaron aislados a sus no pocos militares leales en Crimea, como han denunciado este fin de semana muchos oficiales ucranianos, facilitaron el trabajo a Moscú.
EFE
Aunque formalmente no será hasta mañana cuando el rublo empiece a circular en territorio de Crimea, muchos hoteles y restaurantes ya cobran a sus clientes en la que será la moneda al uso en la recién estrenada república de la Federación de Rusia.
La vuelta, eso sí, se da por ahora en grivnas ucranianas, ya que todavía hay pocos rublos en la península incorporada a todos los afectos a Rusia el pasado viernes, cuando el tratado de unión fue promulgado por el presidente ruso, Vladímir Putin.
La adaptación de la nueva moneda será mucho más problemática para los comercios, que necesitan configurar o incluso cambiar sus cajas registradoras para poder imprimir facturas denominadas en rublos, señalan los medios locales.
Los administradores de algunos comercios reconocieron a la agencia rusa Itar Tass que contarán a partir de mañana con dos cajas registradoras en sus establecimientos.
El rublo y la grivna convivirán durante el llamado periodo transitorio, marcado en el calendario hasta el 1 de enero del próximo año.
Dentro de una semana y coincidiendo con el cambio a la hora de verano en buena parte del mundo, Crimea dejará el huso horario de Ucrania (GMT+2) para pasar al de Moscú (GMT+4) a pesar de que éste no concuerda con ubicación geográfica, que sitúa a la península en su hora actual.
El autoproclamado Gobierno de Crimea "vendió" a sus ciudadanos la adhesión a Rusia con promesas depensiones, salarios y subsidios sociales mucho más altos de los que les pagaba Ucrania.
Con la llegada del rublo, los jubilados crimeos, que suman un tercio de la población en la península, esperan un aumento prácticamente inmediato de sus exiguas pensiones, hasta ahora de poco más de 100 euros en muchos casos.
Los crimeos ya son a todos los efectos ciudadanos rusos, y muchos han recibido ya el pasaporte de este país o iniciado el trámite para obtenerlo en los próximos días.
La paradoja, para muchos contradictoria e incluso ridícula, está en que la ciudadanía rusa será concedida a todos los crimeos de forma automática a menos que se dirijan a las autoridades de la península antes del próximo 16 de abril para renunciar expresamente a ella.
Mientras, Ucrania seguirá considerando ciudadanos suyos a todos los crimeos "forzados a recibir el pasaporte ruso", aseguró el ministro portavoz ucraniano, Ostap Semerak.
En la educación, serán necesarios varios años para adaptar los programas educativos y homogeneizar los sistemas de acceso a la universidad.
Y mientras Crimea se adapta para ser plenamente rusa, Rusia ya ejerce sin el menor complejo su soberanía sobre lo que era territorio ucraniano hasta hace menos de una semana.
Porque pese a todas las quejas y críticas de la comunidad internacional y Ucrania, "Crimea es hoy parte de Rusia", como señaló el presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, quién subrayó que "reconocerlo o no nada va a cambiar" en este sentido.
El presidente ruso ordenó hoy a su Gobierno elaborar antes del próximo 29 de mayo un detallado plan sobre establecimiento de las distintas autoridades federales en territorio de Crimea y el puerto de Sebastópol.
Militarmente, el control de las tropas rusas sobre la península es prácticamente absoluto, ya fuera por el asalto y la toma de unidades militares ucranianas o el cambio de bando voluntario de muchos soldados de ese país.
A 22 de marzo, la bandera rusa ondea sobre un total de 189 unidades y centros administrativos de las Fuerzas Armadas de Ucrania emplazadas en Crimea, informó el Ministerio de Defensa ruso.
La desidia de las más altas autoridades políticas y castrenses de Kiev, que dejaron aislados a sus no pocos militares leales en Crimea, como han denunciado este fin de semana muchos oficiales ucranianos, facilitaron el trabajo a Moscú.
EFE