Ciudadanos de 21 países de la Unión Europea votaban este domingo en elecciones legislativas que tenían lugar bajo fuerte presión de los euroescépticos.
El jueves, Reino Unido y Holanda dieron el puntapié inicial, les siguieron Irlanda y República Checa el viernes, y el sábado fue el turno de Letonia, Malta y Eslovaquia.
Este domingo votan otros 21 miembros de la Unión Europea, entre ellos Alemania, Francia, España e Italia, tras cuatro días de votación marcados por la apatía de los electores.
En Bélgica, que también celebra elecciones legislativas y regionales, los electores acuden a la urnas conmocionados por el tiroteo del sábado en el Museo Judío de Bruselas.
En total, unos 400 millones de electores deben elegir a 751 diputados para los próximos cinco años.
Según los últimos sondeos, las dos fuerzas políticas más importantes, la centroderecha del Partido Popular Europeo y los socialdemócratas, conservarán su supremacía en el nuevo hemiciclo. Entre ambos sumarían poco más de 400 escaños.
Los liberales perderían escaños, aunque para medir la amplitud de su fuerza habrá que esperar la formación del grupo.
Por primera vez en la historia del Parlamento, cuyos miembros se eligen por sufragio universal desde 1979, los partidos antieuropeos y de ultraderecha podrían sumar unos 100 escaños.
"No conocemos bien la política europea" confesó Angelines Torres, una votante española de 60 años, "aunque casi todos los españoles estamos en contra de [Angela] Merkel", la jefa del gobierno alemán, considerada por muchos europeos del sur como la responsable de las políticas de austeridad. AFP