Al tratarse de una norma que afecta a la Jefatura del Estado la ley requería una mayoría notable que fue alcanzada sin mayor problema porque contó con el respaldo de los dos principales partidos españoles: el gobernante PP (centroderecha) y los socialistas del PSOE.
Los votos de otros diputados liberales y conservadores permitieron que la ley saliera adelante con 299 votos a favor, por 19 votos en contra procedentes de grupos de izquierda y nacionalistas de izquierda, y 23 abstenciones de los nacionalistas de centroderecha y de un socialista que rompió la disciplina de voto.
Los votos de otros diputados liberales y conservadores permitieron que la ley saliera adelante con 299 votos a favor, por 19 votos en contra procedentes de grupos de izquierda y nacionalistas de izquierda, y 23 abstenciones de los nacionalistas de centroderecha y de un socialista que rompió la disciplina de voto.