Al menos una persona ha muerto en un tiroteo entre gendarmes turcos y un grupo de activistas kurdos que llevan días cortando carreteras y levantando barricadas en la provincia de Diyarbakir, en el sureste de Turquía.
Una operación empezó el jueves pasado para desalojar en el municipio de Lice a un grupo de manifestantes que se defendían con cócteles molotov, petardos y explosivos caseros contra un amplio despliegue militar.
Durante uno de los choques, un grupo no identificado disparó contra los agentes, que devolvieron el fuego, asegura la cadena CNNTürk.
Al menos dos civiles, incluida una mujer, y un soldado quedaron heridos y fueron trasladados en helicóptero al hospital de Lice, donde falleció un joven de 24 años, aunque la agencia prokurda Firat eleva a dos el número de muertos.
El jueves, un soldado fue herido por un disparo en la misma oper ación, que ha elevado enormemente la tensión en las regiones kurdas, un electorado clave para el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, en caso de que se presente como candidato a las elecciones presidenciales de agosto.
Los activistas forman parte del Movimiento Patriótico Revolucionario Juvenil (YDG-H), el "ala juvenil" del grupo armado Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), cuyos efectivos se retiraron de suelo turco el verano pasado en el marco de unas negociaciones de paz.
Pero al estancarse el proceso, los activistas del YDG-H han ido intensificado sus protestas, sobre todo mediante el corte de carreteras, la quema de obras públicas y el secuestro de militares.
EFE
