Agencias) – Los servicios de rescate han localizado por el momento a 181 de los 298 fallecidos ayer al estrellarse, supuestamente derribado por un misil, el Boeing de Malaysian Airlanes en el este de Ucrania, cerca de la frontera con Rusia, informó hoy el Ministerio de Asuntos Exteriores ucraniano.
“Hasta el momento se han localizado 181 cuerpos”, dijo en una comparecencia ante la prensa el director del servicio consular de la cancillería ucraniana, Andréi Sibiga.
Las autoridades de la región de Donetsk, donde cayó el aparato, denunciaron que las milicias separatistas prorrusas que controlan el territorio donde se produjo el siniestro impiden el acceso de expertos ucranianos al lugar de la tragedia.
Los insurgentes “impiden una investigación internacional transparente del accidente del Boeing malasio”
Los insurgentes “impiden una investigación internacional transparente del accidente del Boeing malasio. Los guerrilleros ponen trabas al trabajo de expertos ucranianos en el lugar de la tragedia y han manifestado su deseo de llevar las cajas negras (…) a Rusia“, dijo el gobernador de Donetsk designado por Kiev, Serguéi Taruta.
Poco después, sin embargo, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, negó que Moscú tenga interés alguno en quedarse con las cajas negras del avión siniestrado.
“Queremos que los expertos internacionales lleguen cuanto antes al lugar de la catástrofe para que reciban enseguida las cajas negras. A pesar de lo que diga Kiev, nosotros no nos vamos a llevar esas cajas, no tenemos intención de violar las normas internacionales“, dijo Lavrov.
Taruta también pidió a la comunidad internacional que obligue a los milicianos prorrusos a abrir un corredor humanitario que permita desplazar a todos el personal y material necesario para la investigación
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“Hasta que no se haga, no parece posible hablar de que la investigación pueda ser transparente y objetiva“, subrayó el gobernador de la región donde tuvo lugar la catástrofe.
“Nosotros no nos vamos a llevar esas cajas, no tenemos intención de violar las normas internacionales”
Por su parte, el portavoz de las fuerzas ucranianas, Vladislav Selezniov, reconoció que las tropas de Kiev “no tienen acceso” a la zona del accidente, “controlada por representantes de la (autoproclamada) ‘República Popular de Donetsk’”.
Tanto el Gobierno ucraniano como los sublevados se acusan del derribo del avión malasio, aunque Kiev ha ido incluso más allá y ha acusado a Rusia de estar implicada en la tragedia.
Lavrov negó esas insinuaciones de Ucrania y acusó al Gobierno de Kiev de mentir para ejercer presión sobre la investigación de la catástrofe.
Los milicianos, por su parte, han asegurado no contar con sistemas de defensa antiaérea capaz de derribar aviones a una altura de 10.000 metros, a la que volaba la aeronave civil malasia.
Mientras, el Ministerio de Defensa de Rusia dijo hoy haber detectado ayer el empleo de radares de los sistemas de defensa antiaérea “Buk” del Ejército ucraniano cerca de la zona donde se estrelló el avión malasio en la región de Donetsk.
Por otro lado, el Ministerio de Defensa ucraniano negó que su Ejército haya utilizado alguna vez sistemas de defensa antiaérea en el curso de la operación antiterrorista lanzada por las autoridades de Kiev para recuperar el control de las regiones rebeldes prorrusas de Donetsk y Lugansk, en el este del país.
Muchos de los fallecidos son delegados a la Conferencia Mundial sobre el Sida
Ninguno de los 283 pasajeros ni de los 15 miembros de la tripulación sobrevivió. A bordo viajaban 154 holandeses, 43 malasios (entre ellos 15 tripulantes y un niño), 27 australianos, 12 indonesios (entre ellos un niño), 8 británicos, 4 alemanes, 4 belgas, 3 filipinos, un canadiense y un hongkonés. Aun se desconoce la nacionalidad del resto de ocupantes.
Muchos de los fallecidos son delegados a la Conferencia Mundial sobre el Sida que se dirigían a Melbourne, Australia, donde desde el domingo 12.000 investigadores, expertos y activistas deliberarán sobre estrategias para combatir la enfermedad. Entre esos destaca Joep Lange, fundador de la ONG PharmaAcess, la cual facilita el acceso a la triterapia a enfermos o a seropositivos.
Ninguno de los 283 pasajeros ni de los 15 miembros de la tripulación sobrevivió
“Es una inmensa pérdida y estamos muy afectados”, asegura el director ejecutivo de la ONG, Onno Schellekens, citado en un comunicado. “Su abnegación por el tratamiento del virus VIH y del sida y la salud en general ha sido revolucionaria”.
Lange, de 59 años, tenía cinco hijos y viajaba con su esposa. “Lo que ha ocurrido es terrible”, afirmó a la AFP Jaap Goudsmit, otro especialista del sida y amigo de Lange.
“Es una gran pérdida para el mundo de la lucha contra el sida, una gran pérdida para Holanda y una gran pérdida para mí”, añadió con la voz entrecortada por la emoción.
Con información de DPA, AFP y EFE