AFP).- Los primeros familiares de las 298 víctimas del vuelo MH17 visitaron el sábado el lugar donde se estrelló el avión de Malaysia Airlines en el este de Ucrania, controlado por separatistas prorrusos, donde aún quedan restos de los cuerpos.
Nueve días después del derribo del avión MH17 con 298 personas a
bordo, entre ellos 193 holandeses y 28 australianos, los combates
continúan en el este de Ucrania y Rusia es acusada de suministrar armas a
los insurgentes.
“Hay cadáveres que no fueron encontrados en el lugar” en el que cayó el avión, destacó el sábado el primer ministro australiano Tony Abbot.
Periodistas de la AFP vieron el viernes un trozo de cuerpo humano en
los campos de girasoles, señalado por una cinta blanca atada a un palo, y
otro pedazo de un ser humano en el suelo quemado del lugar principal de
la catástrofe.
“Está claro que todavía hay restos de cadáveres que no han sido descubiertos en el lugar”, destacó Abbot, agregando que “se trata de una misión humanitaria”.
Australia tiene previsto enviar a cerca de 200 hombres, sobre todo policías y a un número indeterminado de soldados.
Cuarenta gendarmes y 20 policías holandeses desarmados llegaron con
gran discreción a Jarkov (este de Ucrania) la noche del viernes y tenían
previsto dirigirse con ropa civil al lugar para ayudar a encontrar los
restos de los últimos cadáveres, pero estaban “evaluando” la situación antes de hacerlo.
Sin embargo, el despliegue de una misión policial internacional debe ser ratificado por el Parlamento ucraniano.
Pese a las advertencias de Australia, una pareja de australianos, cuya hija viajaba en el avión derribado, llegó el sábado al lugar en el que se estrelló el aparato y depositó un ramo de flores sobre la tierra quemada, constató la AFP.
Los últimos de los 227 féretros llegaron el sábado a Holanda, que
llevará a cabo la investigación sobre lo ocurrido, pero siguen faltando
71 cuerpos.
Un equipo de forenses identificó en Holanda a una primera víctima del avión de Malaysia Airlines.
“Se trata de una persona de nacionalidad holandesa”, indicó el
ministerio holandés de Justicia sin precisar la identidad de la víctima.
El proceso de identificación de los fallecidos, de 17 nacionalidades
diferentes, podría durar meses, añadió.
Reunión extraordinaria del Parlamento ucraniano
El Parlamento ucraniano se reunirá en sesión especial el jueves para decidir si acepta o rechaza la renuncia del primer ministro, que provocó una crisis política, indicó la presidencia el sábado.
Esta sesión parlamentaria especial también examinará la investigación
dirigida por Holanda sobre el caso del avión de Malaysia Airlines
derribado por un misil en una zona controlada por los insurgentes
prorrusos, agregó la presidencia.
Sin embargo, los insurgentes prorrusos, enérgicamente criticados en
el mundo por su gestión del lugar y el tratamiento reservado a los
cuerpos, ya señalaron a los inspectores de la OSCE que no aceptarán la presencia en el lugar de más de 35 extranjeros.
En la zona, los combates continuaban en Donetsk y Lugansk, dos capitales regionales y bastiones de los rebeldes.
Fuertes explosiones se escucharon en las últimas 24 horas en los enfrentamientos en Lugansk, según las autoridades municipales. Las fuerzas ucranianas anunciaron que perdieron a cuatro hombres y también se registraron nueve muertos civiles.
Las autoridades anunciaron que un cohete antitanque fue disparado
contra la casa del alcalde de Lviv, Andri Sadovyi, una figura importante
de la contestación proeuropea y contra el régimen del presidente
prorruso Viktor Yanukovich, destituido en febrero. La vivienda estaba
vacía en ese momento, pues el alcalde se encontraba de vacaciones con su
familia.
Por último, un periodista freelance ucraniano detenido por separatistas prorrusos cuando trabajaba para CNN fue liberado, anunció la cadena estadounidense el sábado.
Más de 1.000 personas murieron en el este de Ucrania desde el
comienzo de las hostilidades, en abril, incluyendo a los pasajeros y
tripulantes del avión de Malaysia Airlines.
Unas 230.000 persona huyeron de sus hogares, 100.000 desplazados se encuentran en Ucrania y otros 130.000 escaparon a Rusia, según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados.