Al menos 30 miembros a las fuerzas leales al régimen sirio murieron hoy en una emboscada tendida por el grupo radical Estado Islámico (EI) en la provincia de Alepo, en el norte de Siria, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
La emboscada, entre los pueblos Al Muqbela y Al Rahmania, fue seguida por duros combates entre ambas partes, aunque se desconocen las bajas en las filas yihadistas.
Este nuevo ataque se produce después de que ayer 85 soldados perecieran en una emboscada cerca de un cuartel en las afueras de la ciudad septentrional de Al Raqa, feudo del EI.
Este grupo radical, que ha proclamado un califato en Siria e Irak, ha lanzado una ofensiva contra las fuerzas del régimen en Siria, donde hasta hace una semana se había limitado a combatir contra otras facciones islamistas.
También se registraron choques hoy en la misma ciudad de Alepo, en los alrededores de su cárcel central, donde el Ejército rompió a finales de mayo el cerco rebelde que duró más de trece meses.
En esta zona se enfrentaron el Frente al Nusra -filial de Al Qaeda en Siria- junto con el Ejército de los Inmigrantes y los Aliados, a las fuerzas del régimen sirio, apoyadas por integrantes del grupo chií libanés Hizbulá.
El Ejército de los Inmigrantes y los Aliados, de reciente creación, se presentó hoy en un comunicado como "un frente islamista independiente que tiene como objetivo aplicar la sharía (ley islámica) en todos los ámbitos de la vida".
Además, en las últimas horas los rebeldes derribaron un helicóptero militar sobre el campamento de Al Nairab en Alepo, controlado por el régimen sirio, en un incidente que provocó la muerte a los cinco tripulantes, y la accidental de una niña.