El secretario general del Movimiento al Socialismo (MAS), Gustavo Mujica, señaló este sábado que “mientras la cúpula chavista se reúne en un congreso para discutir su futuro, los venezolanos con sueños y esperanzas de cambio siguen aguardando tras 16 años de un gobierno con la inflación más alta del mundo y el empobrecimiento acelerado de millones de venezolanos”.
Señaló que los problemas de la población se han incrementado de forma exponencial con relación a la situación del país en 1998. “En ese entonces, en medio de una profunda crisis económica y social, el MAS tomó la decisión de apoyar la candidatura de Chávez porque había en la población grandes expectativas, esperanzas y deseo de cambio. Hoy con problemas mucho más graves, estos sentimientos se han convertido en frustración porque la élite roja sólo le interesa perpetuarse en el poder a como de lugar sin importarles las necesidades del pueblo”, manifestó.
Subrayó que “nunca los venezolanos habíamos pasado tantas calamidades para adquirir los bienes de consumo básico. La escasez abarca todos los renglones, siendo uno de los más peligrosos el sector de las medicinas, que afecta en especial a las personas que tienen enfermedades crónicas. Los hospitales no funcionan por falta de equipamientos adecuados. La gente muere de mengua en medio de una gran desgracia nacional”.
Argumentó que en el caso de la inseguridad, más allá de ser un tema de cifras “es un mal que ha convertido a Caracas en la ciudad más hostil del mundo. Situación que -a su juicio- “nos arrebata a diario el futuro del país cuando mueren decenas de jóvenes venezolanos producto de la violencia”.
Sostuvo que a esta situación se le añaden las “instituciones colapsadas” producto de la corrupción. “El peor de los casos es la ausencia de una buena contraloría. La contralora general no le dice al país que pasó todos estos años y dónde está todo el dinero que ingresó a las arcas de la nación”, criticó.
Y “desde la posición de izquierda democrática de la tolda naranja”, le hizo “un llamado al PSUV a que asuma el cambio del modelo económico para que la gente empobrecida, sin esperanzas y más los jóvenes puedan volver a tener un futuro de posibilidades”. “Las bases chavistas tienen en sus manos la posibilidad de producir el cambio que Chávez ofreció en 1998. Hay que acabar con una cúpula chavista cada vez más rica mientras que la población sólo está destinada a ser cada día más pobre”, concluyó.
