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viernes, 15 de agosto de 2014

Cheverito concedió su primera entrevista: “Gracias a todos los que han dedicado su tiempo a hablar de mí”

 El 31 de julio el ministro de turismo, Andrés Izarra, presentó a Cheverito, personaje que protagoniza la campaña de vacaciones 2014 y dirigido al público infantil.
“Queremos hacer de Cheverito un facilitador para ilustrar el proceso de concienciación turística y ecológica de nuestro país”, expresó Izarra.
Cheverito generó muchos comentarios en la red, hasta la creación de un antagonista llamado “Lacrito”, junto a innumerables memes que se han visto en internet.
Ante esto, Cheverito concedió su primera “entrevista”:
¿Cómo se siente ese Cheverito que pasó de ser un personaje de pura ficción, una comiquita, a una celebridad dentro del escenario comunicacional de Venezuela?
“Asombradísimo. No sabía que vivía en un país tan temperamental y tan mediático, donde las pasiones se convierten en el centro de la vida. De repente me veo entre dos bandos. Uno, el más numeroso, que me escucha y trata de seguirme; el otro, que me difama y me maldice. A veces tengo que decirles, panas, bájenle dos, soy solo una comiquita. No milito en partido alguno, pero soy ecosocialista. Debe ser esa palabra la que los hace rabiar, y debe ser mi amor por Venezuela lo que provoca el abrazo de muchos y la rabia de otros.
Yo no quería ser celebridad. Me angustian los paparazis y disfruto andar por mi país bajo perfil. Pero si en una semana te convierten dos veces en tendencia, si todo el mundo comienza a repetir tu nombre como si fueras Lionel Messi o Ricky Martin, si apareces en las portadas y en los telediarios, si te escriben canciones, si te desean larga vida, te averiguan el árbol genealógico, si los economistas calculan cuánto cuestan tus equipos y tus viajes, si ladran –como diría Sancho— eso quiere decir que existes, que vas bien y que ahora es cuando hay Cheverito para rato.”
¿De qué va esa campaña que emprendes por Venezuela y quién es esa mascota que te acompaña?
“Las aventuras de Cheverito nacieron con dos grandes objetivos: promocionar las bellezas naturales de Venezuela y concientizar al país sobre el cuidado y preservación de las mismas. Es una campaña de formación de valores que mira, fundamentalmente, a los niños y jóvenes. Y también a los padres. Esos que quieren un planeta mejor para sus hijos, pero no han entendido todavía que tienen que formar mejores hijos para el planeta. Formarlos desde el amor a la naturaleza, a la biodiversidad, a las tradiciones culturales y a la historia de Venezuela.
En esa travesía me acompaña Eco, mi compañero de viajes, mi conciencia ecológica. Eco es una gota de agua que tiene la versatilidad de convertirse en muchas cosas a la vez, puede ser una fruta, una tortuga o un artilugio tecnológico. Con él aprendo muchas cosas del país que desconocía. Eco, por su simpatía, ha corrido mejor suerte que yo. Pocos lo atacan. Casi ni lo mencionan. Pero él y yo somos un equipo.”
¿Y por qué crees que tu aparición publica despertó tantas pasiones encontradas? ¿Por qué no demoraron en aparecer los detractores?
“Eso deberías preguntárselo a ellos. De verdad que resulta incomprensible. Salir a enfrentar a una comiquita inofensiva con un ejercito de twitteros, con todo el poder de los medios, solo es posible en un mundo al revés. ¿Cómo entender que alguien pueda estar en contra de una campaña que está a favor de la naturaleza? Hace unos días, cuando me conoció en un video, el presidente Nicolás dijo algo que puede responder tu pregunta: ‘Ahora comprendo porque los amargados atacan a Cheverito. Todo lo que es bonito y bueno para Venezuela es malo para ellos’.
“Pero yo estoy agradecido de los detractores. Ellos también son responsables del posicionamiento alcanzado. Cheverito ha logrado en dos semanas lo que Disney demoró años para imponernos a Mickey Mause. Estoy seguro que si convoco a una marcha por la naturaleza y la vida lleno la avenida Libertador. Y no he invertido un centavo en publicitarme. Muchas gracias a todos los que han dedicado su tiempo a hablar bien o mal de Cheverito”.
Muchas ocurrencias, pataleos, rabietas y hasta buen humor rodean esta historia. ¿Cuáles te han hecho reír?
“Todas, hasta las más ofensivas, han sido para mi muy simpáticas. No sabes cuánto se divierte una comiquita con las cosas de los humanos. Hay mucha gente a la que le suben ratones a la cabeza, pana. Me ha divertido mucho lo de la boda de Cheverito y Chevroncito. No soy homofóbico, pero el que hizo el meme pensó que me ofendería… Venezuela debería ser la meca del buen humor, dejando afuera a los que me “acribillaron a balazos”, manchando de sangre una historia de aventuras para niños y jóvenes. Sin comentarios”.
¿Y qué opinión te merece la aparición de otros Cheveritos apócrifos?
“Cuando nací mis padres me inscribieron en el Sapi. Y eso, además de identidad, me da autenticidad. Todos los demás Cheveritos son reproducciones, caricaturas, sombras o comiquitas disociadas. Algunos copiaron mi imagen tal cual, señal de que están interesados en imitarme. Otros suplantaron mi identidad para engañar a la gente. Todos se convirtieron en mis promotores. Pero si tienes dudas de mi identidad, puedes encontrarme en @SomosCheverito”.
¿Dicen que has anunciado acciones legales contra los que usurparon tu identidad?
“Para nada. Eso es leyenda urbana. Si bien la violación del derecho de autor es un delito penado en Venezuela, y muchos amigos están pidiendo que los imitadores respondan por intentar robarse a Cheverito, yo pienso todo lo contrario: deberían aparecer millones de falsos y auténticos Cheveritos, porque así nadie podrá negar que Cheverito existe, que era necesario y que va a perdurar en el tiempo”.
¿He leído #CheveritoLosTieneLocos, también es un propósito de la campaña?
“No pana, esas personas a las que te refieres ya estaban locas antes de que yo naciera. Yo sueño un país en que todos escriban #CheveritoLosPoneCheveres, #CheveritoAmaLaPatria, #CheveritoCuidaVenezuela, #TodosSomosCheverito”.
¿Cómo te has sentido en tu primera entrevista?
“¡Chévere cambur!”