Conteo regresivo y la música empezó a sonar. Eran las 9:50 de la noche y sobre el escenario aparecieron sus músicos. Las cerca de 10 mil personas que se dieron cita en el Jockey Club se pusieron de pie.
Juan Gabriel hizo su aparición: un terno color rosa, zapatos oscuros, una chalina y el saludo a sus seguidores. En medio de la alegría de los asistentes, las primeras palabras fueron de agradecimiento: “Lima, buenas noches, gracias por venir y cantar mis canciones. Gracias también por sus oraciones”.
Comenzaba así la primera parte del show llena de canciones pop y baladas, quizá la parte menos conocida del artista, sin embargo, la gente reconoció algunos temas: “Nada ni nadie”, “Se me olvidó otra vez”, “Te voy a olvidar” y “Déjame y vete ya”.
En varios momentos del espectáculo el artista tenía frases de elogio para nuestro país. No era raro escucharlo decir “Qué bonito es estar en Perú”, y hasta se animó a tomar una copita de pisco, acto que fue celebrado con fuertes aplausos.
Gestos que no hacían sino despertar en el público ovaciones y alegría. El Divo Mexicano estaba dispuesto a reconocer nuestra cultura y folclore durante el concierto.
Esto se vio reflejado en un pequeño homenaje musical y visual de nuestro país: uno de sus músicos sorprendió al respetable cuando cantó a todo pulmón “Contigo Perú”.
Pasada la primera hora del concierto salieron los mariachis. A ritmo de rancheras empezó la fiesta y los mejores momentos del show.
Es así que Juan Gabriel "se echó" unos temazos: “Te pareces tanto a mí”, “Abrázame muy fuerte” y “Yo no nací para amar”.
La rumba y el baile llegó con el “Noa Noa”, para calentar la fría noche. Este tema hizo que público se pusiera nuevamente de pie y bailara al son de sus mariachis.
Con “Amor eterno” Juan Gabriel logró el pico de la noche: todos la cantaron, muchos se abrazaron, otros lloraron y varios grabaron la canción para tenerla de recuerdo.
Fue así como el mexicano se despidió entre aplausos y con la promesa de volver, pero esta vez sin dejar que pase tanto tiempo.RPP