Portugal inyectará 4400 millones de euros al Banco Espírito Santo
El gobernador del Banco de Portugal, Carlos Costa, anunció que el Estado portugués inyectará 4.400 millones de euros al Banco Espirito Santo, a fin de rescatarlo de la “tormenta financiera” que sufre desde hace más de un mes.
El portavoz dijo que la intención del gobierno de reflotar al banco busca evitar que este caso contamine al conjunto del sector de las finanzas de Portugal, e inclusive del resto de Europa.
“Era urgente adoptar una solución para garantizar la protección de los depósitos y asegurar la estabilidad del sistema bancario”, declaró Costa antes de mencionar “un riesgo de cese de pagos (default)” del Banco Espirito Santo que “habría puesto en peligro a todo el sistema financiero nacional”, puntualizó.
El banco será escindido en dos entidades, con el fin de permitir separar los activos tóxicos de los productos sin riesgos.
Los activos tóxicos del Banco Espirito Santo serán aislados en el seno de una estructura de disociación (“bad bank”), encargada de liquidarlos.
Los activos sanos, por su parte, serán reagrupados en una nueva entidad bancaria bautizada Novo Banco, controlada por el Fondo de resolución de los bancos portugueses, creado en 2012 a demanda de la ‘troika’ (UE-FMI-BCE) con la finalidad de poder enfrentar las crisis del sector.
Este nuevo banco será dotado de un capital social de 4.900 millones de euros, de los cuales 4.400 serán sacados del paquete de 12.000 millones destinado a la recapitalización de los bancos en el marco del plan de salvamento de Portugal. Otros 500 millones de euros serán aportados por el Fondo de resolución de los bancos.
En cuanto al “bad bank”, quedará en manos de los actuales accionistas, que corren el riesgo de ser duramente penalizados.
Los accionistas y acreedores no prioritarios del Banco Espirito Santo serán llamados a “asumir las pérdidas” derivadas “de una actividad bancaria que no controlaron suficientemente”, anunció el domingo de noche el ministerio de Finanzas luso.
De acuerdo con las nuevas reglas europeas, en lo sucesivo los accionistas y acreedores no prioritarios deberán desembolsar dinero en una primera instancia anterior a que el banco en cuestión pueda solicitar una ayuda del Estado.
El caso de Portugal es la primera prueba de estas reglas transitorias actualmente en vigor, a la espera de la puesta en marcha en 2016 de la Unión bancaria europea cuyo objetivo es evitar que los contribuyentes paguen por los bancos.
Las acciones del Banco Espirito Santo fueron suspendidas el viernes en la Bolsa de Lisboa, tras haber perdido el 75% de su valor en apenas una semana.
