El grupo Estado Islámico de Iraq y el Levante (EIIL) y sus asociados están sometiendo a la población civil en el norte de Iraq a violaciones de derechos humanos generalizadas e inimaginables, que pueden constituir crímenes de guerra, de acuerdo con la Oficina de Derechos Humanos de la ONU.
Las violaciones incluyen asesinato, tortura, conversiones forzadas, secuestros, la esclavitud, violencia sexual y física y el asedio de comunidades enteras sobre la base de su pertenencia étnica, religiosa o sectaria.
Al hablar ante el Consejo de Derechos Humanos en el inicio de una sesión especial sobre la situación en Iraq, la Alta Comisionada Adjunta para esas garantías, Flavia Pansieri, afirmó que el grupo militante había participado en el secuestro y el reclutamiento de niños como combatientes.
"Estos delitos inhumanos y odiosos constituyen un ataque grave y deliberado contra la dignidad humana y los derechos humanos, que pueden constituir crimenes contra la humanidad. A pesar de que este conflicto ha reducido severamente el control del Gobierno iraquí sobre grandes partes de su territorio, el Gobierno sigue teniendo la responsabilidad principal de proteger a todas las personas en su territorio, y debe esforzarse por cumplir sus obligaciones", dijo Pansieri.
Un proyecto de resolución ante el Consejo solicita a la Oficina de Derechos Humanos de la ONU enviar una misión a Iraq para investigar las presuntas violaciones y abusos contra el derecho internacional cometidos por el ISIL y grupos terroristas asociados con miras a garantizar que rindan cuenta por sus atrocidades.