Isabel II es neutral, como siempre, pero no tanto con Escocia Isabel II es neutral, como siempre, pero no tanto con Escocia
(Londres, de 18 septiembre. EFE).- Como jefa de Estado, Isabel II se ha mantenido siempre al margen de los vaivenes políticos británicos, pero a raíz del alcance de lo que está hoy en juego en Escocia ha dejado entrever que, esta vez, no es tan neutral.
La soberana, de 88 años, es admirada y respetada por los británicos por su estoicismo y por respetar la voluntad democrática, pues considera que está por encima de las batallas políticas.
Sin embargo, ante la inquietud generada por el avance de la causa independentista en Escocia de cara al referéndum de hoy, Isabel II aprovechó un comentario con la gente para decir que los votantes escoceses deben reflexionar con “detenimiento”.
Su comentario, el pasado domingo al término de un servicio religioso en la iglesia de Crathie Kirk, en Escocia, sorprendió a todos y fue interpretado como una clara referencia de que está a favor de que Escocia siga formando parte del Reino Unido.
Dirigiéndose a una de las personas reunidas ante la iglesia para saludarla, la Reina -que rompió así el protocolo pues nunca se acerca a la gente cuando va a misa en Crathie Kirk- dijo: “Espero que la gente piense con mucho detenimiento sobre el futuro”.
Su comentario surgió después de que algunos políticos británicos partidarios de la unión se manifestasen a favor de una intervención de la reina para impedir romper el Acta de Unión de 1707, por la queEscocia está unida al Reino Unido.
No obstante, una portavoz del palacio de Buckingham dijo a Efe que el referéndum es un asunto “que compete al pueblo de Escocia”.
“La Reina es, y ha sido siempre, constitucionalmente imparcial en todos los asuntos políticos, incluido el referéndum de independencia escocés. No es una función constitucional de Su Majestad animar a la gente a votar de una manera u otra”, aseguró la portavoz.
El resto de la familia real también mantiene la neutralidad, si bien el príncipe Enrique, hijo del príncipe Carlos y Diana de Gales, dio a entender esta semana que prefiere la unión al afirmar al término de “Invictus” (un evento deportivo para excombatientes) que espera que los próximos juegos se celebren en la escocesa Glasgow.
El único precedente sobre una intervención de Isabel II en asuntos políticos es de 1977, cuando aprovechó un discurso con motivo de sus 25 años de reinado para recordar que fue coronada “Reina del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte”, con motivo de una votación en Escocia y Gales para cederles autonomía, algo que finalmente no prosperó.
Pero pase lo que pase hoy, salga el “sí” o el “no”, Isabel II seguirá siendo o Reina del Reino Unido o “Reina de Escocia”, pues el ministro principal de Escocia, el nacionalista Alex Salmond, ya ha dicho que los escoceses la quieren como su jefa de Estado.
La reina está muy vinculada a Escocia. Tiene sangre escocesa por parte de madre -la querida reina madre- y pasa todos los años sus vacaciones en el castillo de Balmoral, en Aberdeenshire.
Este castillo, una de las residencias más famosas de la soberana, fue comprada por el príncipe Alberto para la reina Victoria y es utilizada por Isabel II para recibir todos los meses de agosto al primer ministro y al ministro principal escocés.
Además de Balmoral, la Reina se queda una semana al año en el palacio de Holyrood, en Edimburgo, la residencia oficial de los monarcas británicos cuando cruzan a tierras escocesas.
Y la familia real tiene títulos escoceses, como es el caso del príncipe Carlos, quien, además de príncipe de Gales, es duque de Rothesay, mientras que los duques de Cambridge son conocidos en Escociacomo el conde y la condesa de Strathearn.
Pero las obligaciones de Isabel II con el pueblo escocés, si gana el “sí” a la escisión, quedará establecido en la Constitución que tendrá Escocia y que se redactará antes de la declaración de independencia, fijada para el 24 de marzo de 2016.