(Ginebra, 02 de octubre. EFE) - Al menos 9.347 civiles iraquíes murieron y otros 17.386 fueron heridos durante los primeros 9 meses del año a causa de la ofensiva de los yihadistas en Irak, según un informe conjunto del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos y de la Misión de la ONU en el país (UNAMI).
El informe revela que la gran mayoría de estas 26.733 víctimas perdieron la vida o resultaron heridas entre el 1 de junio y el 30 de septiembre, cuando la ofensiva de los yihadistas el Estado Islámico (EI) se intensificó.
Los niños, las mujeres embarazadas, los discapacitados y los ancianos “han sido particularmente vulnerables”.Además, el texto deja claro que estas cifras son las que se han podido comprobar, pero que el actual número de víctimas “podría ser mucho mayor”, dado que se desconoce, entre otras, la cantidad de personas que han muerto por causas indirectas al conflicto como la falta de comida, agua o medicinas, tras abandonar sus hogares y quedar atrapados en zonas controladas por EI.
El informe también se refiere al número de desplazados internos que, hasta agosto, se cifraba en más de 1,8 millones de personas.
De estos, más de un millón permanecen en áreas controladas por los yihadistas o por el Gobierno central, mientras que los 800.000 restantes sobreviven en la región del Kurdistán.
Tras el análisis hecho por los expertos de ambos organismos, se deduce que los combatientes del Estado Islámico han cometido “serias violaciones a la ley humanitaria internacional” y “graves abusos a los derechos humanos” efectuados “de forma sistemática”.
Especialmente afectados han sido los miembros de las comunidades turcomanas, los shabak, los cristianos, los yezidis, los sabanos, los kurdos y los chiíes.Estas acciones incluyen asesinatos indiscriminados de civiles, secuestros, violaciones y otras formas de abusos sexuales y violencia contra mujeres y niños, destrucción yprofanación de lugares sagrados, apropiación indebida, y absoluta negación de las libertades fundamentales.
“El EI ha atacado intencionadamente los miembros de estas comunidades con la intención de destruirlos, suprimirlos y hacer una ‘limpieza étnica’ de las áreas bajo su control”, reza el informe.
Estas atrocidades podrían constituir crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra, especifica el texto.
Asimismo, el informe denuncia que las fuerzas de seguridad iraquíes y las fuerzas afines al Ejército también han cometido graves abusos y han violado la ley humanitaria internacional.
Estas atrocidades se han cometido al llevar a cabo bombardeos indiscriminados, “así como operaciones militares que han violado los principios de distinción y proporcionalidad bajo la ley humanitaria internacional”.
“Grupos armados afiliados o apoyados por el Gobierno también llevaron a cabo asesinatos selectivos, incluyendo de milicianos del EI capturados, y secuestros de civiles”.
Por otra parte, el informe asume que se han constatado otras violaciones y abusos que han causado víctimas entre los civiles usando explosivos y terroristas suicidas, pero que los responsables no han podido ser identificados.