El Banco Central de Rusia elevó en la medianoche del lunes al martes los tipos de interés oficiales del 10,5% al 17% para defender el rublo, que se había hundido durante la sesión de ayer arrastrado por la caída de la cotización del petróleo. La medida ha tenido un efecto inmediato y el rublo ha registrado subidas, pero la recuperación se ha frenado muy pronto y la divisa ha marcado nuevos mínimos.
La subida deja los tipos en el nivel más alto desde la crisis rusa de 1998, cuando llegaron a estar por encima del 100% en medio de una situación que condujo a la suspensión de pagos del país. Si se descuentan países con control de cambios como Venezuela, el rublo es este año la moneda de los países emergentes que más se ha depreciado frente al dólar, con una pérdida del 44% provocada por el desplome de los precios del petróleo y por las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea en relación con Ucrania. La suma de factores negativos ha llevado al Gobierno ha revisar a la baja sus previsiones y ahora espera un crecimiento cercano a cero al menos hasta 2017.
"Esta decisión está dirigida a limitar un aumento sustancial de los riesgos de depreciación del rublo y los riesgos de inflación", señaló el Banco Central de Rusia en el comunicado.El tipo de interés ya había sido revisado al alza un punto porcentualel jueves pasado, hasta el 10,5%, pero eso no sirvió para frenar el hundimiento del rublo. En lo que va de año, la tasa oficial de la institución ha aumentado en 11,5 puntos porcentuales.
El rublo marcó este lunes nuevos mínimos históricos al descender hasta los 80 rublos por euro y los 64,2 por dólar, según datos de Bloomberg. Esta mañana llegaba a bajar de 60 rublos por dólar, pero enseguida volvía por encima de esa cota.
Mientras, la Organización de Países Exportadores de petróleo (OPEP) informó este lunes de que su barril de crudo se cotizó el viernes a 58,65 dólares, la primera vez que se sitúa por debajo de los 60 dólares en más de un lustro.
Sin embargo, el Banco Central de Rusia mantuvo la víspera su pronóstico de 80 dólares por barril para el próximo trienio, aunque reconoció que de mantenerse el precio en torno a los 60 dólares la economía rusa se contraería hasta un 4,7 %. EL PAIS