En un consejo de ministros, Colombia decidió aplazar la ejecución de 6 billones de pesos, cerca de 2.447 millones de dólares de su presupuesto general para 2015, lo que equivale al 0,72% del PIB. Las razones tienen que ver con las “nuevas condiciones macroeconómicas y fiscales” asociadas a la caída internacional de los precios del petróleo. Así lo advirtió el fin de semana el Gobierno en un comunicado, en el que aclaró que de ese monto, más de 1.900 millones de dólares corresponden a inversión (4,8 billones) y 489 a gastos de funcionamiento (1,2 billones), lo que representa una disminución del 9,7% en el presupuesto de inversión, frente a lo aprobado en octubre en el Congreso
Por su parte, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, explicó en una entrevista con el diario bogotano El Tiempo que el presupuesto de 2015 se hizo sobre la base de un precio del barril de crudo diferente al actual. Frente a la caída de los precios e ingresos, les tocó recalcular los gastos. “El precio promedio del petróleo colombiano en 2014 fue de 87 dólares por barril, por debajo del precio con el que se hizo el presupuesto que era de 97”, dijo el jefe de la economía colombiana. También explicó que pese a que tienen la posibilidad de incrementar el déficit fiscal, también debían reducir el presupuesto.El presidente, Juan Manuel Santos, ha afirmado que el Gobierno pretende enviar una “señal de responsabilidad y de realismo para así mantener la confianza”. Este lunes, durante su programa televisivo, Agenda Colombia, ha reconocido que el precio del petróleo reduce los ingresos y tienen que ajustarse a ellos. También explicó que la medida consiste en congelar “una serie de egresos para mantener el equilibrio”. Para el Gobierno, la medida es preventiva, por eso un Santos optimista dijo que si llegan a subir los ingresos y el precio el petróleo, podrían “volver a poner en funcionamiento los proyectos que se están aplazando”. De ahí que se hable de posponer la ejecución y no de eliminarla. El mandatario aseguró también que a pesar de los ajustes, la inversión sigue siendo similar a la de 2014. “Será de 44,6 billones de pesos, es un crecimiento del 0,4%”.
Esta medida se suma a otras que ya se habían dado con anterioridad, como el recorte del 10% en los gastos generales y el congelamiento de la nómina oficial, como parte de un plan de austeridad que busca reducir los gastos de funcionamiento y optimizar la estructura de sus entidades. El crecimiento en funcionamiento va a quedar en el 5% —según Santos— y se concentrará en Justicia, Fuerzas Militares y la policía. “El resto queda totalmente congelado”, dijo el mandatario.
El Gobierno ha aclarado que ese aplazamiento de recursos deja fuera a la población más vulnerable, como los desplazados y las víctimas del conflicto armado. “Cuando suben los ingresos destinamos más recursos a los más pobres. Y cuando se reducen los ingresos, a los que menos debe afectar es también a los más pobres”, dijo Santos este lunes, defendiendo que su Gobierno es progresista y que trabajaba en reducir la desigualdad.EL PAIS