El recrudecimiento de la violencia en la República Centroafricana ha provocado nuevos desplazamientos en ese país y en la frontera con la República Democrática del Congo, alertó este martes la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
La portavoz de ese organismo en Ginebra, Karin de Gruijl, indicó que desde enero unas 30.000 personas han huido de sus hogares debido a una reciente escalada de la violencia asociada con los movimientos de ganado y los enfrentamientos entre pastores y poblaciones agrícolas, así como con el grupo anti-Balaka.
Además, del impacto de operaciones militares para expulsar a ex combatientes del grupo Seleka fuera de edificios públicos.
"La población civil ha quedado atrapada en medio de los enfrentamientos y ha presenciado la quema de sus viviendas, pertenencias y pueblos. Los que arribaron a la ciudad de Bambari están angustiados y han quedado en la indigencia. La mayoría son mujeres y niños y algunos han estado escondidos en la selva durante semanas", describió de Gruijl.
ACNUR ha distribuido asistencia, incluidas mantas, utensilios de cocina y bidones de agua para más de 1,170 familias desplazadas, dijo la portavoz en Ginebra.
