Con las propuestas de cuatro importantes coreógrafos venezolanos concentradas en un solo espectáculo, inició este viernes 24 de abril la primera temporada de danza del CCCH-Centro Cultural Chacao. Con el concepto y dirección general de Luz Urdaneta, el teatro abrió su escenario a las coreografías de Luis Armando “Yayo” Castillo, Inés Rojas, JulieBarnsley y la propia Luz Urdaneta.
“Yayo” Castillo hace un ejercicio donde el humor, el teatro y la danza se funden. Un viejo director “alemán”, de las afueras del estado Cojedes, se dispone a hablar de la danza-teatro. A la espera del solo de Michael Miguel, acaba hablando de La mentira –nombre de su propuesta—y pasa del desparpajo y la irreverencia, a la dulzura: los bailarines Yarua Camagni y Javier Mejías desarrollan un trabajo en dúo sencillamente hermoso, donde la sutileza, la fragilidad y sensualidad de sus movimientos, rozan con un bello poema leído por el coreógrafo
Inés Rojas, quien usó como materia prima la obra Los Reyes de Julio Cortázar, se sumerge en un laberinto donde prevalecen tensiones, búsquedas interiores. Con recursos multimedia, Rojas explota al máximo los recursos de sus bailarines, Carlos Penso, Araís Batlle, Eliana Guerrero, Auraelena Pisani. La voz, además del trabajo físico, son las herramientas con las que cuenta la fundadora de Neodanza para desarrollar un discurso que incita a volver a Cortázar.
Alicia y las dos gotas de perfume se titula la coreografía en la que JulieBarsnley explora las historias de hombres venezolanos, latinoamericanos. Sale a flote la historia del padre irresponsable, del violento, del homosexual… Cinco bailarines, Armando Díaz, Carlos Acosta, Jeff Ortigoza, Marlos Alvarado y Ronald Guánchez, muestran en escena un verdadero laboratorio del cuerpo, donde se experimenta con todas las formas posibles de corporalidad y teatralidad. Barnsley contó con el apoyo de Gabriel Torres y la música en vivo de Miguel Noya.
Danza entre manos cierra con Puede que llueva, planteamiento de Luz Urdaneta, quien se inspira en el cuento Nos han dado la tierra, contenido en la obra El llano en llamas de Juan Rulfo. Los bailarines Ezequiel Vásquez, Brian Landaeta, Ronny Méndez, Alan González, con la participación especial de Félix Herrera, dan vida a personajes que caminan y corren en busca de algo vital, de la
satisfacción de una necesidad básica (¿justicia?). Aguardan, se impacientan, desesperan… el cielo solo tiene para ellos la carga de mayor espera. La esperanza se fuga con el canto de gallos del día siguiente. Excelente propuesta la de la fundadora de Danzahoy, que cuenta con la colaboración de René Guerra.
Luz Urdaneta elige para concluir un ejercicio de improvisación donde los bailarines de las cuatro propuestas se juntan para tejer objetos en el aire, con manos que se entrelazan, miradas, sonrisas, quizás una metáfora de la sociedad que puede llegar a reencontrarse, a construir en colectivo.
Un micro en homenaje a Belén Lobo cierra una experiencia que probablemente quedará escrita en los registros de la historia de la danza venezolana. El crítico de cine, Rodolfo Izaguirre, esposo de la pionera de la danza y gestora cultural, estuvo presente en el estreno, así como familiares, amigos y otras personalidades de la cultura, como la historiadora Inés Quintero, el crítico y curador de arte PeránErminy, el fotógrafo Fran Beaufrand, el crítico de danza Carlos Paolillo y la periodista Milagros Socorro, entre otros.
La primera temporada de danza del CCCH tendrá solo seis funciones: 24, 25 y 26 de abril, 1º, 2 y 3 de mayo, con funciones los viernes y sábados, a las 7:00 pm, y los domingos, a las 5:00 pm. Entrada general: Bs. 250,00, estudiantes y tercera edad: Bs. 100,00. Entradas a la venta en las taquillas del teatro y en www.ticketmundo.com