Una multitud se congregó ayer en el centro colonial de Quito para profesar su fe y devoción en la procesión "Jesús del Gran Poder", una de las mayores manifestaciones religiosas del Viernes Santo en Ecuador.
Miles de cucuruchos, verónicas, cristos, romanos y músicos desfilaron por las angostas calles de la capital ecuatoriana, en una demostración de recogimiento y esperanza al recrear el viacrucis de Jesús en su camino al Calvario.
Los cucuruchos encabezaron la marcha que se extendió por muchas cuadras, como un manto violeta que sólo dejaba ver las estampas de penitentes, disfrazados de cristos,levantando pesadas cruces de madera para emular la pasión de Jesús.
Los niveles de penitencia llegaban casi al sacrificio de algunos personajes que también se enroscaron alambres de púas o ramas de espinas en sus cuerpos.
Niños, ancianos, mujeres y hombres, por igual, todos ataviados con las ropas de penitencia, desfilaron en la procesión "Jesús del Gran Poder", una gran imagen de Cristo con la cruz a cuestas que se encuentra en el interior de la Iglesia de San Francisco y quesólo sale a la luz el Viernes Santo para ser paseada al final de la procesión.
Asimismo, una multitud de curiosos, entre ellos muchos turistas extranjeros, aguardaron a los costados de las calles para observar la romería.
Pero el rito no sólo se demuestra en las calles, la mayoría de participantes se prepara con semanas de anticipación y en la mañana de la procesión se concentran en los patios del convento de San Francisco para vestirse, rezar y ganar valor para enfrentar la dura caminata por el pavimento, muchos lo hacen descalzos.