Policías estatales de Tamaulipas rescataron a 57 migrantes en dos operativos distintos y detuvieron a cuatro miembros de un grupo criminal dedicado al secuestro y extorsión de personas que buscan ingresar ilegalmente a Estados Unidos, informaron fuentes oficiales.
El Grupo de Coordinación Tamaulipas, integrado por fuerzas de seguridad federales y estatales, indicó en un comunicado que de los 57 migrantes rescatados (47 hombres y 10 mujeres), 28 son originarios de Guatemala, El Salvador y Honduras. Los restantes son mexicanos, procedentes de diferentes estados del país.
Uno de los operativos se realizó el domingo pasado en seguimiento a una denuncia ciudadana que llevó a los policías estatales al Fraccionamiento San Miguel, en Reynosa, donde rescataron a 29 migrantes, entre ellos 12 extranjeros.
En ese lugar, los agentes de la policía estatal de Tamaulipas detuvieron a José Ismael Peña Ayala y a Lorenzo Mendoza Parache, este último el guardia de seguridad de la caseta del complejo habitacional.
Ambos detenidos revelaron otra casa de seguridad ubicada en la colonia Arcoiris, donde los policías estatales rescataron a otros 18 migrantes, entre ellos 6 extranjeros.
El segundo operativo se realizó el lunes en el cruce del Boulevard Tiburcio Garza Zamora e Hidalgo, también en Reynosa, donde los agentes sorprendieron a Víctor Hugo Gómez García y Ángel Michel Porras Castellanos movilizando a un grupo de 10 migrantes procedentes de Guatemala, entre los que había dos mujeres.
En ambos casos, los migrantes declararon que estaban privados de su libertad y que los responsables de su situación ya se habían contactado con sus familiares para exigir un rescate económico, precisó el Grupo de Coordinación Tamaulipas.
Tamaulipas, en el noreste de México, ha sido durante años escenario de violentos choques entre grupos del crimen organizado, principalmente el cártel del Golfo y los Zetas, y de estos con las fuerzas de seguridad.
También ha sido escenario de atroces crímenes contra indocumentados, entre ellos la matanza de 72 migrantes, la mayoría centroamericanos, ocurrida en agosto de 2010 en el municipio de San Fernando, atribuida a los Zetas.
Ante un recrudecimiento de la violencia, el Gobierno federal implementó en mayo del año pasado una nueva estrategia de seguridad que involucra un despliegue mayor de fuerzas federales y la depuración completa de los cuerpos de seguridad del estado.
EFE
