En un bus descapotable, los integrantes de la selección anfitriona del certamen más antiguo del mundo se trasladaron desde el Estadio Nacional hasta el centro de Santiago donde miles de hinchas saludaron a sus “héroes” tras el histórico logro.
Chile no había conseguido una copa en los casi 100 años del certamen de fútbol más antiguo del mundo, por lo que los festejos en todo el país prometían extenderse hasta la madrugada del domingo.
Miles de hinchas flameando banderas y gritando el clásico “chi,chi,chi, le, le, le, Viva Chile” salieron a las calles a celebrar con bocinazos y en múltiples caravanas de automóviles la obtención del título tras derrotar por penales 4-1 a la poderosa Argentina liderada por Lionel Messi.
Bachelet, quien atraviesa por su momento de más baja popularidad en medio de escándalos políticos y un lento crecimiento, saludó a cada uno de los jugadores de la selección encabezados por el capital y arquero Claudio Bravo.