Los adictos al tabaco y al alcohol cuentan con una nueva tecnología que ya se utiliza en el Perú para superar la dependencia y mejorar su salud, informó el Hospital de la Solidaridad.
Jenny Fernández, especialista de dicha institución, explicó que este tratamiento implica la aplicación de láser frío en regiones específicas del cuerpo, como los brazos, orejas, muñecas, nariz y manos. "El láser estimula estas partes del cuerpo para liberar las endorfinas, que se encargan de reducir los síntomas que genera el déficit de nicotina".
Jenny Fernández, especialista de dicha institución, explicó que este tratamiento implica la aplicación de láser frío en regiones específicas del cuerpo, como los brazos, orejas, muñecas, nariz y manos. "El láser estimula estas partes del cuerpo para liberar las endorfinas, que se encargan de reducir los síntomas que genera el déficit de nicotina".
Además de estimular la producción de endorfinas, responsables de aumentar la alegría y de eliminar el dolor, esta terapia también ayuda a desintoxicar el cuerpo.
“Utilizamos el láser de baja potencia, aprobado por la Administración para los Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA). Es un procedimiento indoloro, fácil, seguro y sobre todo eficaz, el cual tiene una tasa de éxito probado de 90% en el casos de personas con adicción a fumar y entre un 70 a 75% en personas con problemas de alcoholemia”, explica Fernández.
Hay quienes piensan que para obtener resultados se necesitan múltiples sesiones de terapia de láser. Sin embargo, dependiendo del grado de la adicción, se pueden llegar a notar los efectos después de solo una sesión.
Este tratamiento eleva el nivel de endorfinas de una manera segura y saludable, a niveles más altos que los producidos por el tabaco o la nicotina y cuando el paciente sale del tratamiento, descubre que no tiene más ganas de fumar.
"Al aplicar la terapia láser, los pacientes experimentan una sensación de gran bienestar, porque el láser actúa como un agente calmante, de tal modo que cuando se deja de fumar y beber, los síntomas asociados a estos malos hábitos se ven notablemente reducidos o completamente eliminados", explicó la especialista.
Hay quienes piensan que para obtener resultados se necesitan múltiples sesiones de terapia de láser. Sin embargo, dependiendo del grado de la adicción, se pueden llegar a notar los efectos después de solo una sesión.
Este tratamiento eleva el nivel de endorfinas de una manera segura y saludable, a niveles más altos que los producidos por el tabaco o la nicotina y cuando el paciente sale del tratamiento, descubre que no tiene más ganas de fumar.
"Al aplicar la terapia láser, los pacientes experimentan una sensación de gran bienestar, porque el láser actúa como un agente calmante, de tal modo que cuando se deja de fumar y beber, los síntomas asociados a estos malos hábitos se ven notablemente reducidos o completamente eliminados", explicó la especialista.
ANDINA