La FAO y el Organismo Internacional de la Energía Atómica han unido sus fuerzas para tratar de preservar una de las frutas más favoritas del mundo: la banana.
Su especie más cultivada, la cavendish, sufre en la actualidad los efectos de la llamada enfermedad de Panamá.
En una lucha contra reloj, expertos de nueve institutos se reunieron en la sede del OIEA en Viena para agilizar los estudios sobre los métodos de cultivo de la planta, incluyendo la utilización de técnicas nucleares que permitan el desarrollo de plantas resistentes al hongo que provoca la enfermedad.
Un nuevo proyecto de investigación del OIEA y la FAO trabajará en el desarrollo de tecnologías para acelerar la obtención de variedades de banano y plantas de café resistentes al hongo, mediante la exposición a radiaciones de rayos gamma.
Un estudio reciente sobre patógenos confirmo que la dulce fruta sufre una seria amenaza por una nueva cepa del hongo que causa la enfermedad de Panamá, TR4.
La investigación señala que es cuestión de tiempo antes de que el hongo alcance a otras regiones como América Latina y el Caribe, una de las principales exportadoras de banana en el mundo.