Buena parte de Japón registra hoy un visible incremento de los dispositivos de seguridad de cara al comienzo de la cumbre de líderes del G7 que se celebra el jueves y el viernes en el parque natural de Ise-Shima, en el centro del país.
Las Fuerzas Marítimas de Auto Defensa niponas han desplegado varios buques, incluido el destructor portahelicópteros Izumo (el mayor de la flota nipona) en las aguas que rodean la isla de Kashiko, donde se encuentra el hotel que albergará las principales reuniones de la cita.
Los usuarios del aeropuerto internacional de Chubu, donde aterrizan desde hoy los vuelos de los líderes, llevan días siendo objeto de controles más rigurosos tanto dentro, como en los accesos al recinto.
En total, las prefecturas de Mie (donde se encuentra Ise-Shima) y Aichi (que alberga el aeropuerto) han desplegado unos 23.000 efectivos de policía para la cumbre, unos 1.000 más comparado con la reunión de líderes del G7 del año pasado en Schloss Elmau (Alemania).
Algunos colegios en el entorno de Ise-Shima han suspendido las clases hasta la semana que viene debido a las restricciones impuestas al tráfico.
Por otra parte, Tokio, pese a estar a unos 300 kilómetros de la sede de la cumbre, ha reforzado también enormemente la seguridad.
El Departamento Metropolitano de Polícía ha desplegado a su vez otros 19.000 efectivos para que patrullen por distintos puntos de la capital nipona.
Todas las papeleras en las estaciones más concurridas de la ciudad y en las de tren bala quedarán selladas a partir de mañana para evitar la colocación de artefactos explosivos. EFE
