La Comisión Interina para la Reconstrucción de Haití (CIRH) sesionará este martes en Santo Domingo, República Dominicana, para dar seguimiento al cumplimiento de los compromisos financieros asumidos por la comunidad internacional de levantar a la golpeada nación caribeña.
La CIRH "está más comprometida que nunca con este proceso, independiente de quién sea electo presidente", dijo el director ejecutivo de la comisión, Gabriel Verret.
Agregó que es "de suma importancia seguir trabajando para lograr mejorar la calidad de vida de las personas", tras el terremoto del pasado 12 de enero, las intensas precipitaciones y la epidemia de cólera que se mantiene en la nación.
Los trabajos de la comisión serán conducidos por el primer ministro haitiano, Jean Max Bellerive, y el ex presidente estadounidense Bill Clinton, corresponsables del organismo, del que forman parte 26 países, la Organización de Estados Americanos (OEA) y entidades no gubernamentales de Haití, indicó Verret.
El ministro dominicano de Economía, Planificación y Desarrollo, Temístocles Montás, señaló por su parte, que "el país reiterará su llamado a la comunidad internacional para que cumpla con los compromisos financieros que asumió, ya que los fondos que ha desembolsado son insuficientes para desarrollar los proyectos elaborados".
Destacó la importancia de esta reunión en la que participarán 26 países "porque se produce en una situación sanitaria difícil para Haití", donde han muerto más de dos mil personas por la epidemia del cólera y por "las condiciones políticas de tensión" ante los disturbios surgidos a raíz de los resultados de las elecciones presidenciales celebradas el pasado mes de noviembre.
Recordó que en la primera reunión que se llevó a cabo en octubre pasado en la ciudad de Puerto Príncipe (capital) Haití, se dio a conocer que de 29 proyectos sometidos por las autoridades haitianas a la comunidad internacional sólo once tuvieron financiamiento completo.
Una inversión de 777 millones de dólares debía supuestamente contribuir en la educación de un cuarto de millón de niños y en la construcción de unas cinco mil viviendas. Representantes de los organismos internacionales en Haití se habían quejado de que no llegaban los recursos para asistir a la nación caribeña.
Actualmente, 1,3 millones de haitianos viven en condiciones precarias tras perder sus casas por causa del sismo de 7,3 de enero.
La mayoría de las personas damnificadas viven en carpas y tiendas de campaña, carentes de los servicios básicos 11 meses después del desastre natural.
(teleSUR)
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