El ex presidente haitiano exiliado en Sudáfrica, Jean-Bertrand Aristide, intenta renovar su pasaporte y regresar al país caribeño, pero las autoridades de Haití le deniegan la validación del documento.
Así lo afirmó el abogado de Aristide, Brian Concannon, quien señaló que el ex mandatario haitiano "ha pedido la renovación de su pasaporte" para poder regresar "y el gobierno haitiano se ha opuesto a renovárselo".
"Aristide está en su derecho de regresar al país, pero no se lo permiten", dijo Concannon. "Lo último que sé es que está en Sudáfrica sin pasaporte para poder volver", agregó Concannon en declaraciones a la agencia France Presse (AFP).
El abogado personal de Aristide en Miami, Ira Kurzban, dijo el pasado lunes a un diario estadounidense que "desde 2004, la posición del ex jefe de Estado haitiano ha sido la de que él fue secuestrado, sacado del país y que quiere regresar como un ciudadano normal".
No obstante, en contraste al caso de Aristide, el dictador haitiano Jean Claude "Baby Doc" Duvalier, contra quien Aristide se enfrentó vehemente en su juventud, posee pasaporte diplomático haitiano y se le dejó arribar al país caribeño el pasado domingo sin ningún tipo de restricción.
Luchador por la democracia
En los años 80 Aristide apareció por las parroquias más pobres de Puerto Príncipe como un joven sacerdote revolucionario que arengó contra la dictadura de "Baby Doc " Duvalier y dio esperanza a los más necesitados. En Haití se le conoció simplemente como "Titide".
Condujo a su pueblo a levantamientos que obligaron al dictador Duvalier a convocar a elecciones, las cuales "Titide" ganó en 1991 con 60 por ciento de los votos.
No obstante, fue derrocado ese mismo año por el general Raoul Cedras, y fue reinstalado en el poder en 1994 por una fuerza militar de los Estados Unidos, luego de una fuerte presión internacional
En 2004, durante su segunda presidencia, la oposición le acusó de "desviaciones mafiosas" y los enfrentamientos entre milicias oficialistas y opositoras se multiplicaron en el país.
Cuando la insurrección armada comenzaba a provocar víctimas, París y Washington presionaron a Aristide para que abandonara Haití y dejara paso a una intervención internacional.
Sin embargo, la salida de Aristide fue motivada por una alianza entre las potencias imperialistas, la derecha local y militares golpistas, quienes en la práctica le secuestraron y enviaron al exilio en Sudáfrica.
Desde su exilio, Aristide no ha dejado de seguir de cerca la realidad haitiana y ha coordinado ayuda humanitaria internacional para el país afectado por el terremoto de enero de 2010.
En esa ocasión manifestó: "Estamos dispuestos a volver hoy, mañana, en cualquier momento, para estar junto al pueblo de Haití, compartir su sufrimiento y ayudar a reconstruir el país".
Desde entonces, su regreso ha sido impedido por las autoridades haitianas, quienes se niegan a renovarle su pasaporte.
(teleSUR-AFP-radio.uchile.cl-Prensa Latin)
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