La historia vuelve a repetirse, como reza una vieja canción romántica, con el asunto del precio del pasaje de transporte público, pues los buseteros, taxistas y ahora los moto-taxistas, siempre anuncian a mediados del mes de diciembre que aumentarán el servicio como “aguinaldo”, pero que en enero retornarán a su tarifa original, en común acuerdo con las autoridades competentes y la participación de los consejos comunales, pero eso nunca sucede.
Domingo Pérez, Juan Jiménez y Segundo Escobar, todos residenciados en La Monseñor Padill, exteriorizaron en nuestra redacción su profundo malestar con esta vieja práctica que se aplica desde la llamada IV República, lo que ellos consideran una vieja y crónica burla, pues se trata de un servicio básico para la población de menos ingresos económicos.
No existen razones para explicar la actitud de la Alcaldía de San Carlos, quien autoriza los incrementos sólo por los días navideños, pero los encargados de acarrear pasajeros se hacen los desentendidos y siguen cobrando el “aguinaldo” como si los días decembrinos se extendieran como goma en el calendario, sin que se efectúe una reunión con la participación de los sectores de la comunidad, para tocar el álgido tema.
Esa mecánica podría definirse, según explicaron, como un engaño lo que se tipifica como un delito, ya que se apela a la argucia de la navidad, para incrementar el valor del pasaje. Lo mas preocupante, alegaron los denunciantes, es que la gente de Indepabis no interviene en el asunto y al final los usuarios del servicio quedan “guindado”, sin saber a quien dirigirse y cuando protestan, los profesionales del volante les responden con un “mohín” y con la ya tradicional y consabida frasecita: “Si quiere bájese, pero esa es la tarifa”
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