"Estoy muy a gusto en la selección, lo otro es inviable", respondió Del Bosque en el foro que organiza el diario deportivo Marca tras recibir el premio "Marca Leyenda" junto al presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Ángel María Villar.
El premio lo hizo extensivo a todos los trabajadores de la RFEF, antes de recordar momentos inolvidables del Mundial de Sudáfrica.
"El mayor momento de desazón fue tras la derrota ante Suiza, la mañana siguiente. Sentimos una contrariedad grande, pero la afrontamos con gran entereza. El segundo momento de gran tensión fue el silencio en el autobús camino del estadio antes de jugar con Chile. Transmitía todo lo que nos jugábamos. Era como lanzar un penalti", valoró.
Poco dado a muestras de emoción en público, el técnico salmantino recordó cómo vivió el éxito tras el pitido del árbitro en la prórroga de la final del Mundial.
"El sentimiento de victoria cada uno lo muestra como puede. Tuve por dentro una sensación del deber cumplido. No me gusta hacer teatro. Hice con naturalidad lo que me pedía el cuerpo. Me acordé de la familia más cercana y de los que no estaban que habrían disfrutado tanto", resaltó.
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