El gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez, defendió este lunes las medidas aprobadas el pasado viernes por el gobierno para reforzar la solvencia del sistema financiero español, y especialmente de las cajas de ahorros, porque era "imprescindible y necesario".
El decreto-ley aprobado por el ejecutivo "era imprescindible y necesario para evitar una caída de la financiación exterior", afirmó Ordóñez durante una rueda de prensa.
El gobierno anunció el viernes pasado nuevas medidas para reforzar el sistema financiero español, que prevén la exigencia de un mínimo de fondos propios de calidad del 10% para algunas entidades financieras a partir del 10 de marzo de 2011.
Esta tasa del 10% se pedirá a las entidades, que no cotizan y que no tengan presencia de inversores en al menos el 20% de su capital de inversores y que dependan en más de un 20% de la financiación mayorista.
En la práctica, esas entidades son las cajas de ahorros, que se vieron muy afectadas por el estallido de la burbuja inmobiliaria española.
Las cajas cuentan con unos 217.000 millones de euros de exposición al ladrillo, de los que cerca de la mitad corresponden a inversiones potencialmente problemáticas, según Ordóñez.
"La inversión total potencialmente problemática (definida de forma amplia para incluir los créditos dudosos, los créditos en situación normal bajo vigilancia, y los inmuebles adjudicados) ascendía a 100.000 millones, lo que supone el 46% del total", afirmó Ordóñez.
Los créditos dudosos suponen 28.000 millones de euros, según el gobernador del Banco de España.
"El riesgo de las cajas de ahorros en este sector alcanzó una cifra elevada, como consecuencia del fuerte crecimiento que experimentó en los años anteriores a la crisis", insistió, en su defensa de la reforma del sistema financiero.
"No comparto la idea" de que ya se había hecho bien la reforma de la reestructuración financiera, cuando en una primera ola de reformas el gobierno español instó a las cajas a reducir su número por medio de fusiones y creó el Fondo de FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria, fondo público de ayuda al sector, ndlr) para ayudarles en su recapitalización.
"Las cajas de ahorros han vivido en los últimos meses un fuerte proceso de concentración, pasando de 45 a 17 entidades o grupos, con el objetivo de mejorar su eficiencia mediante la reducción de su capacidad instalada", dijo el gobernador del Banco de España, quien consideró que había que hacer más.
"No basta, si las cosas cambian, hay que reaccionar", añadió Ordóñez, abogando por esas nuevas exigencias de un "core capital" del 10% para algunas entidades.
Las cajas que no logren tener ese nivel del 10% deberán presentar de aquí a finales de marzo al Banco de España un plan de refuerzo financiero, para lo cual podrán abrir su capital a inversores privados o bien salir a bolsa.
Estas operaciones destinadas a conseguir dinero fresco para mejorar los ratios de solvencia, deberán llevarse a cabo de aquí a finales de septiembre. No obstante, el Banco de España podrá aceptar ampliar el plazo en casos determinados.
El decreto-ley aprobado por el ejecutivo "era imprescindible y necesario para evitar una caída de la financiación exterior", afirmó Ordóñez durante una rueda de prensa.
El gobierno anunció el viernes pasado nuevas medidas para reforzar el sistema financiero español, que prevén la exigencia de un mínimo de fondos propios de calidad del 10% para algunas entidades financieras a partir del 10 de marzo de 2011.
Esta tasa del 10% se pedirá a las entidades, que no cotizan y que no tengan presencia de inversores en al menos el 20% de su capital de inversores y que dependan en más de un 20% de la financiación mayorista.
En la práctica, esas entidades son las cajas de ahorros, que se vieron muy afectadas por el estallido de la burbuja inmobiliaria española.
Las cajas cuentan con unos 217.000 millones de euros de exposición al ladrillo, de los que cerca de la mitad corresponden a inversiones potencialmente problemáticas, según Ordóñez.
"La inversión total potencialmente problemática (definida de forma amplia para incluir los créditos dudosos, los créditos en situación normal bajo vigilancia, y los inmuebles adjudicados) ascendía a 100.000 millones, lo que supone el 46% del total", afirmó Ordóñez.
Los créditos dudosos suponen 28.000 millones de euros, según el gobernador del Banco de España.
"El riesgo de las cajas de ahorros en este sector alcanzó una cifra elevada, como consecuencia del fuerte crecimiento que experimentó en los años anteriores a la crisis", insistió, en su defensa de la reforma del sistema financiero.
"No comparto la idea" de que ya se había hecho bien la reforma de la reestructuración financiera, cuando en una primera ola de reformas el gobierno español instó a las cajas a reducir su número por medio de fusiones y creó el Fondo de FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria, fondo público de ayuda al sector, ndlr) para ayudarles en su recapitalización.
"Las cajas de ahorros han vivido en los últimos meses un fuerte proceso de concentración, pasando de 45 a 17 entidades o grupos, con el objetivo de mejorar su eficiencia mediante la reducción de su capacidad instalada", dijo el gobernador del Banco de España, quien consideró que había que hacer más.
"No basta, si las cosas cambian, hay que reaccionar", añadió Ordóñez, abogando por esas nuevas exigencias de un "core capital" del 10% para algunas entidades.
Las cajas que no logren tener ese nivel del 10% deberán presentar de aquí a finales de marzo al Banco de España un plan de refuerzo financiero, para lo cual podrán abrir su capital a inversores privados o bien salir a bolsa.
Estas operaciones destinadas a conseguir dinero fresco para mejorar los ratios de solvencia, deberán llevarse a cabo de aquí a finales de septiembre. No obstante, el Banco de España podrá aceptar ampliar el plazo en casos determinados.
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