La ministra española de Exteriores, Trinidad Jiménez, condenó la represión violenta de las manifestaciones en Libia pero descartó que la UE adopte sanciones por ahora contra el líder libio, Muamar Gadafi.
Jiménez dijo también que España no prevé organizar una evacuación de sus ciudadanos en Libia, ya que el reducido número de españoles que hay en ese país hace que puedan salir, si lo desean, en vuelos organizados por otros países de la UE.
"Condenamos la violencia ejercida por las autoridades contra los manifestantes", afirmó la ministra tras una reunión de titulares de Exteriores de la Unión centrada en la situación en Libia, en la que se criticó duramente la represión y se defendió el derecho a la libre expresión de los ciudadanos.
Sin embargo, Jiménez precisó que la UE no emprenderá "en este momento" sanciones económicas contra Gadafi, ya que Bruselas toma ese tipo de decisiones "por fases", por lo que una decisión en ese sentido llegaría "eventualmente" más adelante.
"Nunca la Unión Europea de manera simultánea (a los acontecimientos) y sin saber muy bien cómo evoluciona el proceso toma decisiones en este sentido", explicó.
La jefa de la diplomacia española destacó que la situación en Libia es todavía "muy confusa", por lo que la Unión quiere esperar a ver cómo se desarrolla el proceso.
Trinidad Jiménez aseguró que no le consta la información divulgada por su colega británico, William Hague, acerca de que Gadafi podría haber dejado el país con destino a Venezuela.
"No podemos dar por buena esa información, no la podemos confirmar", declaró.
La ministra española rechazó tajantemente la amenaza que el Gobierno libio emitió el sábado pasado de no cooperar en inmigración con la UE si los responsables comunitarios critican su actuación.
"La Unión Europea no admite ningún tipo de amenaza, ni de nada ni de nadie", recalcó.
También confió en que la inestabilidad en Libia no genera un éxodo migratorio hacia Europa de los ciudadanos de otros países africanos que viven allí. "Esperamos que se pueda reconducir la situación", dijo.
Jiménez rechazó las críticas vertidas en las últimas semanas contra la UE y los Gobiernos de los Veintisiete por haber tenido relaciones, en aras de la estabilidad regional, con los regímenes autocráticos de países árabes sacudidos por revueltas y protestas democráticas en las últimas semanas.
"La UE no escoge a los gobernantes" con los que debe tratar, explicó la ministra, quien recalcó que los episodios de estas últimas semanas están ligados a "movimientos ciudadanos" de cada país.
Sí reconoció que los Veintisiete deberían prestar más atención a sus vecinos de la orilla sur del Mediterráneo. "Debemos tomarnos más en serio" la región, afirmó Jiménez.
La ministra señaló que el Gobierno no prevé organizar una evacuación de ciudadanos españoles en Libia, ya que hay "un número muy reducido" y no existe esa necesidad "por el momento".
Detalló que en Bengasi, la segunda ciudad de Libia y centro de los principales episodios de violencia, "ya no queda ningún español" salvo los que integran parejas mixtas y no desean salir del país.
Explicó que las embajadas europeas en Libia están coordinando desde el domingo por la noche la salida de los ciudadanos comunitarios que quieren salir del país, de forma que si un Estado de la UE ha organizado un vuelo de evacuación "lo ponga a disposición" de los demás ciudadanos de la Unión.
Los españoles en Libia "no son más de 300", dijo la ministra, quien señaló que hay un funcionario de la embajada española en el aeropuerto de Trípoli para coordinar su salida en vuelos organizados por empresas extranjeras presentes en Libia o países europeos.
Jiménez recalcó que se ha recomendado no viajar a Libia y que todas las personas que no desempeñan un trabajo esencial salgan del país, igual que se hizo en su momento durante las crisis de Túnez o Egipto. EFE
Jiménez dijo también que España no prevé organizar una evacuación de sus ciudadanos en Libia, ya que el reducido número de españoles que hay en ese país hace que puedan salir, si lo desean, en vuelos organizados por otros países de la UE.
"Condenamos la violencia ejercida por las autoridades contra los manifestantes", afirmó la ministra tras una reunión de titulares de Exteriores de la Unión centrada en la situación en Libia, en la que se criticó duramente la represión y se defendió el derecho a la libre expresión de los ciudadanos.
Sin embargo, Jiménez precisó que la UE no emprenderá "en este momento" sanciones económicas contra Gadafi, ya que Bruselas toma ese tipo de decisiones "por fases", por lo que una decisión en ese sentido llegaría "eventualmente" más adelante.
"Nunca la Unión Europea de manera simultánea (a los acontecimientos) y sin saber muy bien cómo evoluciona el proceso toma decisiones en este sentido", explicó.
La jefa de la diplomacia española destacó que la situación en Libia es todavía "muy confusa", por lo que la Unión quiere esperar a ver cómo se desarrolla el proceso.
Trinidad Jiménez aseguró que no le consta la información divulgada por su colega británico, William Hague, acerca de que Gadafi podría haber dejado el país con destino a Venezuela.
"No podemos dar por buena esa información, no la podemos confirmar", declaró.
La ministra española rechazó tajantemente la amenaza que el Gobierno libio emitió el sábado pasado de no cooperar en inmigración con la UE si los responsables comunitarios critican su actuación.
"La Unión Europea no admite ningún tipo de amenaza, ni de nada ni de nadie", recalcó.
También confió en que la inestabilidad en Libia no genera un éxodo migratorio hacia Europa de los ciudadanos de otros países africanos que viven allí. "Esperamos que se pueda reconducir la situación", dijo.
Jiménez rechazó las críticas vertidas en las últimas semanas contra la UE y los Gobiernos de los Veintisiete por haber tenido relaciones, en aras de la estabilidad regional, con los regímenes autocráticos de países árabes sacudidos por revueltas y protestas democráticas en las últimas semanas.
"La UE no escoge a los gobernantes" con los que debe tratar, explicó la ministra, quien recalcó que los episodios de estas últimas semanas están ligados a "movimientos ciudadanos" de cada país.
Sí reconoció que los Veintisiete deberían prestar más atención a sus vecinos de la orilla sur del Mediterráneo. "Debemos tomarnos más en serio" la región, afirmó Jiménez.
La ministra señaló que el Gobierno no prevé organizar una evacuación de ciudadanos españoles en Libia, ya que hay "un número muy reducido" y no existe esa necesidad "por el momento".
Detalló que en Bengasi, la segunda ciudad de Libia y centro de los principales episodios de violencia, "ya no queda ningún español" salvo los que integran parejas mixtas y no desean salir del país.
Explicó que las embajadas europeas en Libia están coordinando desde el domingo por la noche la salida de los ciudadanos comunitarios que quieren salir del país, de forma que si un Estado de la UE ha organizado un vuelo de evacuación "lo ponga a disposición" de los demás ciudadanos de la Unión.
Los españoles en Libia "no son más de 300", dijo la ministra, quien señaló que hay un funcionario de la embajada española en el aeropuerto de Trípoli para coordinar su salida en vuelos organizados por empresas extranjeras presentes en Libia o países europeos.
Jiménez recalcó que se ha recomendado no viajar a Libia y que todas las personas que no desempeñan un trabajo esencial salgan del país, igual que se hizo en su momento durante las crisis de Túnez o Egipto. EFE
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