Nintendo lanzó hoy en Japón su esperada consola 3DS, que permite ver imágenes tridimensionales sin necesidad de gafas y una de las apuestas más ambiciosas del gigante nipón para conquistar el sector de los dispositivos portátiles.
A primera hora de hoy cientos de usuarios hacían fila ante varios grandes almacenes de Tokio ansiosos por ser los primeros en tener en sus manos la 3DS, que la mayoría de ellos ya había reservado por Internet el 20 de enero, cuando se abrió el plazo de pedidos.
Con un precio de 25.000 yenes (unos 220 euros, cerca de 305 dólares), las reservas por la web para la Nintendo 3DS se llegaron a agotar en menos de dos horas en portales como Amazon o Rakuten, y a mediodía de hoy ya era imposible encontrar una a la venta en las tiendas de electrónica de Tokio.
El lanzamiento en el mercado nipón tiene lugar un mes antes de que la 3DS llegue a Europa, el 25 de marzo, y a Estados Unidos dos días más tarde.
La flamante consola portátil de Nintendo pesa 230 gramos y tiene con una pantalla superior de 3,25 pulgadas para imágenes en 3D y una inferior táctil de 3,02 pulgadas, además de dos cámaras exteriores con las que se pueden tomar imágenes estereoscópicas.
Además, cuenta con un interruptor lateral que permite desactivar el efecto tridimensional cuando el usuario lo desee, algo que la empresa recomienda hacer cuando los jugadores sean niños menores de seis años.
También es compatible a través de su conexión WiFi con otras versiones de la DS, entre ellas la DSi o DSiLL, y con la Wii, y dispone de un sistema de conexión automático, bautizado como "Street pass", que permite el intercambio de información entre sus usuarios al estilo de las redes sociales.
Aunque su precio está por encima de modelos como la Nintendo DSi o la Wii, que cuestan 15.000 y 20.000 yenes (unos 130 y 180 euros), Nintendo confía en que la 3DS consolide su dominio por delante de otros dispositivos portátiles, como la PSP de Sony o los smartphones.
También busca recuperar la cuota de ventas perdida por la DS y la Wii, dos productos exitosos pero ya antiguos: para finales de marzo, el fabricante de Kioto aspira a que la 3DS haya alcanzado unas ventas globales de unos 4 millones de unidades.
Su antecesora, la Nintendo DS, lanzada en 2004, había vendido más de 130 millones de unidades en todo el mundo hasta diciembre de 2010.
Para el año fiscal 2010, que finaliza en marzo de 2011, Nintendo espera que las ventas de toda su línea DS (incluida la 3DS) se sitúen en más de 23 millones de unidades, frente a los 16 millones de unidades de la Wii.
Por el momento se ofrecen en Japón apenas una decena de juegos para su consola en 3D, incluidos títulos como "Winning Eleven (Pro Evolution) Soccer" o "Super Street Fighter IV", pero está previsto que el catálogo se amplíe en los próximos meses.
Con su última apuesta, Nintendo busca ganar terreno frente a su gran rival Sony y al avance de dispositivos como el oPad o el iPhone de Apple, que no ha ocultado su intención de competir directamente con los dos colosos japoneses por el liderazgo del mercado de los videjouegos portátiles.
En medio de esta competencia, entre abril y diciembre de 2010 (primeros nueve meses del año fiscal nipón) los beneficios de Nintendo se redujeron un 74 por ciento, algo que la firma achacó a la fortaleza del yen y la caída de las ventas durante unos meses faltos de novedades.
Por eso ha puesto sus esperanzas en el mercado del 3D, mientras su competidor Sony confía en el lanzamiento a finales de este año de la que será la sucesora de la PSP, una nueva consola portátil bautizada provisionalmente como Next Generation Portable (NGP).
Este dispositivo tendrá conexión Wi-fi, pantalla OLED táctil de cinco pulgadas, una resolución cuatro veces mayor que su antecesora y conexión 3G, que le permitirá estar continuamente conectada a redes móviles.
EFE
A primera hora de hoy cientos de usuarios hacían fila ante varios grandes almacenes de Tokio ansiosos por ser los primeros en tener en sus manos la 3DS, que la mayoría de ellos ya había reservado por Internet el 20 de enero, cuando se abrió el plazo de pedidos.
Con un precio de 25.000 yenes (unos 220 euros, cerca de 305 dólares), las reservas por la web para la Nintendo 3DS se llegaron a agotar en menos de dos horas en portales como Amazon o Rakuten, y a mediodía de hoy ya era imposible encontrar una a la venta en las tiendas de electrónica de Tokio.
El lanzamiento en el mercado nipón tiene lugar un mes antes de que la 3DS llegue a Europa, el 25 de marzo, y a Estados Unidos dos días más tarde.
La flamante consola portátil de Nintendo pesa 230 gramos y tiene con una pantalla superior de 3,25 pulgadas para imágenes en 3D y una inferior táctil de 3,02 pulgadas, además de dos cámaras exteriores con las que se pueden tomar imágenes estereoscópicas.
Además, cuenta con un interruptor lateral que permite desactivar el efecto tridimensional cuando el usuario lo desee, algo que la empresa recomienda hacer cuando los jugadores sean niños menores de seis años.
También es compatible a través de su conexión WiFi con otras versiones de la DS, entre ellas la DSi o DSiLL, y con la Wii, y dispone de un sistema de conexión automático, bautizado como "Street pass", que permite el intercambio de información entre sus usuarios al estilo de las redes sociales.
Aunque su precio está por encima de modelos como la Nintendo DSi o la Wii, que cuestan 15.000 y 20.000 yenes (unos 130 y 180 euros), Nintendo confía en que la 3DS consolide su dominio por delante de otros dispositivos portátiles, como la PSP de Sony o los smartphones.
También busca recuperar la cuota de ventas perdida por la DS y la Wii, dos productos exitosos pero ya antiguos: para finales de marzo, el fabricante de Kioto aspira a que la 3DS haya alcanzado unas ventas globales de unos 4 millones de unidades.
Su antecesora, la Nintendo DS, lanzada en 2004, había vendido más de 130 millones de unidades en todo el mundo hasta diciembre de 2010.
Para el año fiscal 2010, que finaliza en marzo de 2011, Nintendo espera que las ventas de toda su línea DS (incluida la 3DS) se sitúen en más de 23 millones de unidades, frente a los 16 millones de unidades de la Wii.
Por el momento se ofrecen en Japón apenas una decena de juegos para su consola en 3D, incluidos títulos como "Winning Eleven (Pro Evolution) Soccer" o "Super Street Fighter IV", pero está previsto que el catálogo se amplíe en los próximos meses.
Con su última apuesta, Nintendo busca ganar terreno frente a su gran rival Sony y al avance de dispositivos como el oPad o el iPhone de Apple, que no ha ocultado su intención de competir directamente con los dos colosos japoneses por el liderazgo del mercado de los videjouegos portátiles.
En medio de esta competencia, entre abril y diciembre de 2010 (primeros nueve meses del año fiscal nipón) los beneficios de Nintendo se redujeron un 74 por ciento, algo que la firma achacó a la fortaleza del yen y la caída de las ventas durante unos meses faltos de novedades.
Por eso ha puesto sus esperanzas en el mercado del 3D, mientras su competidor Sony confía en el lanzamiento a finales de este año de la que será la sucesora de la PSP, una nueva consola portátil bautizada provisionalmente como Next Generation Portable (NGP).
Este dispositivo tendrá conexión Wi-fi, pantalla OLED táctil de cinco pulgadas, una resolución cuatro veces mayor que su antecesora y conexión 3G, que le permitirá estar continuamente conectada a redes móviles.
EFE
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