La nueva consola de videojuegos portátil Nintendo con pantalla 3D salió a la venta este sábado en Japón, donde los más impacientes se precipitaron a las tiendas para llevarse a casa el ejemplar, reservado casi siempre con más de un mes de antelación.
La 3D está equipada de dos pantallas, una táctil y otra con imágenes en relieve que se pueden ver sin necesidad de gafas especiales, toda una novedad en este tipo de aparato.
Casi 2.000 personas estaban esperando de madrugada ante el templo de la electrónica Yodobashi Camera en Akihabara, barrio de Tokio de los apasionados de las tecnologías, los juegos y las animaciones.
Corría el rumor de que allí se conservaba una pequeña cantidad de consolas para los que no habían reservado.
“Estoy muy excitado, no puedo esperar más para jugar, la pantalla es tan magnífica, es totalmente diferente a las anteriores DS”, se alegraba Arisa Kubo, un estudiante de 19 años.
En la planta de los juegos, unas horas después, todavía eran muchos los curiosos que venían a probar la máquina y que salían más o menos convencidos.
La mayoría de las tiendas especializadas, con los escaparates repletos de publicidades de 3DS, solo entregaban el juguete a las personas que mostraban su tiquete de reserva.
En Bic Camera, en el barrio central de Yurakucho, los compradores llegaron tranquilamente a cuentagotas durante la mañana ante las cajas especialmente instaladas en el exterior para pagar y volver con su 3DS personales.
La 3D está equipada de dos pantallas, una táctil y otra con imágenes en relieve que se pueden ver sin necesidad de gafas especiales, toda una novedad en este tipo de aparato.
Casi 2.000 personas estaban esperando de madrugada ante el templo de la electrónica Yodobashi Camera en Akihabara, barrio de Tokio de los apasionados de las tecnologías, los juegos y las animaciones.
Corría el rumor de que allí se conservaba una pequeña cantidad de consolas para los que no habían reservado.
“Estoy muy excitado, no puedo esperar más para jugar, la pantalla es tan magnífica, es totalmente diferente a las anteriores DS”, se alegraba Arisa Kubo, un estudiante de 19 años.
En la planta de los juegos, unas horas después, todavía eran muchos los curiosos que venían a probar la máquina y que salían más o menos convencidos.
La mayoría de las tiendas especializadas, con los escaparates repletos de publicidades de 3DS, solo entregaban el juguete a las personas que mostraban su tiquete de reserva.
En Bic Camera, en el barrio central de Yurakucho, los compradores llegaron tranquilamente a cuentagotas durante la mañana ante las cajas especialmente instaladas en el exterior para pagar y volver con su 3DS personales.
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