Centenares de manifestantes volvieron a ocupar hoy la céntrica plaza Tahrir después de que fueran expulsados anoche por la fuerza en unos disturbios con la policía militar que las autoridades prometieron no se iban a repetir.
Portando carteles y banderas, hasta media tarde de hoy eran cientos de personas las que se habían instalado en ese lugar, epicentro de las protestas públicas que forzaron el pasado 11 de febrero la renuncia del presidente Hosni Mubarak.
"Sentados hasta que caiga el régimen de verdad" y "Que se caiga, que se caiga el régimen" decían dos los carteles de los manifestantes, que se estaban concentrando en un círculo de césped que ocupa el centro de la plaza, según pudo comprobar Efe.
Esa concentración forma parte de los intentos por acelerar las reformas tras la renuncia de Mubarak y cambiar el gobierno. Aunque el pasado martes hubo una remodelación gubernamental, la mayoría de los ministros proceden del régimen anterior.
Ayer, viernes, decenas de miles de egipcios se juntaron en la plaza Tahrir para exigir esas demandas, y por la noche varios centenares pretendieron acampar allí, para continuar una ocupación que se mantuvo hasta días después de la renuncia de Mubarak.
Pero la policía militar desalojó anoche a los manifestantes con materiales antidisturbios, una actualización que el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas de Egipto, que heredó el gobierno de Mubarak, calificó hoy como "roces no intencionados".
"El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas reitera a los jóvenes de la Revolución del 25 de Enero el interés en cumplir los nobles objetivos de la revolución, y lo que sucedió ayer durante la manifestación del viernes fue el resultado de roces no intencionados entre la Policía Militar y los revolucionarios", indicó la junta militar en un comunicado.
También anunció "la liberación inmediata" de todos los jóvenes detenidos por los disturbios de anoche, y expresó sus temor de que en los incidentes de anoche hubiera "elementos infiltrados" interesados en generar divisiones entre militares y civiles.
"Estos elementos agredieron a las Fuerzas Armadas con piedras y botellas, y estamos convencidos de que esa no es la conducta de la revolución, que se caracteriza por una conciencia patriótica y comprende el grado de responsabilidades de las Fueras Armadas", agregaron los gobernantes militares.
EFE
Portando carteles y banderas, hasta media tarde de hoy eran cientos de personas las que se habían instalado en ese lugar, epicentro de las protestas públicas que forzaron el pasado 11 de febrero la renuncia del presidente Hosni Mubarak.
"Sentados hasta que caiga el régimen de verdad" y "Que se caiga, que se caiga el régimen" decían dos los carteles de los manifestantes, que se estaban concentrando en un círculo de césped que ocupa el centro de la plaza, según pudo comprobar Efe.
Esa concentración forma parte de los intentos por acelerar las reformas tras la renuncia de Mubarak y cambiar el gobierno. Aunque el pasado martes hubo una remodelación gubernamental, la mayoría de los ministros proceden del régimen anterior.
Ayer, viernes, decenas de miles de egipcios se juntaron en la plaza Tahrir para exigir esas demandas, y por la noche varios centenares pretendieron acampar allí, para continuar una ocupación que se mantuvo hasta días después de la renuncia de Mubarak.
Pero la policía militar desalojó anoche a los manifestantes con materiales antidisturbios, una actualización que el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas de Egipto, que heredó el gobierno de Mubarak, calificó hoy como "roces no intencionados".
"El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas reitera a los jóvenes de la Revolución del 25 de Enero el interés en cumplir los nobles objetivos de la revolución, y lo que sucedió ayer durante la manifestación del viernes fue el resultado de roces no intencionados entre la Policía Militar y los revolucionarios", indicó la junta militar en un comunicado.
También anunció "la liberación inmediata" de todos los jóvenes detenidos por los disturbios de anoche, y expresó sus temor de que en los incidentes de anoche hubiera "elementos infiltrados" interesados en generar divisiones entre militares y civiles.
"Estos elementos agredieron a las Fuerzas Armadas con piedras y botellas, y estamos convencidos de que esa no es la conducta de la revolución, que se caracteriza por una conciencia patriótica y comprende el grado de responsabilidades de las Fueras Armadas", agregaron los gobernantes militares.
EFE
No hay comentarios:
Publicar un comentario