Al menos 90 personas han muerto a causa del terremoto de 8,9 grados en la escala abierta de Richter que sacudió hoy Japón y el tsunami posterior, informa la corporación pública japonesa de televisión NHK.
Se teme que la cifra de muertos se eleve a medida que avanza el recuento, ya que hay edificios derruidos en varias zonas y en algunos lugares el tsunami hizo que las aguas se adentraran hasta cinco kilómetros en el interior.
El tsunami causó olas de hasta diez metros y se llevó por delante docenas de vehículos y casas en Sendai, una ciudad de un millón de habitantes donde las imágenes de televisión mostraron numerosos automóviles arrastrados por las aguas y la pista del aeropuerto anegada.
El terremoto también provocó cerca de 80 incendios en el norte y el este del archipiélago, incluido un pequeño fuego en el centro nuclear de Onawaga, que pudo ser controlado sin que se produjera ninguna fuga, según la operadora de la planta, Tohoku.
Los incendios obligaron a numerosas plantas industriales a suspender la producción, incluida una gran refinería en la provincia de Chiba, donde se produjo una fuerte explosión unas horas después del seísmo sin que se haya informado de víctimas.
El "tsunami", como el desatado tras el potente terremoto registrado hoy en Japón, es una gran ola o una serie de olas producidas en una masa de agua por el empuje violento de una fuerza que la desplaza verticalmente.
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