El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó hoy que su país está dispuesto a enviar toda la ayuda necesaria a Japón tras el "devastador" y "potencialmente catastrófico" terremoto de 8,8 grados en la escala de Richter.
En una rueda de prensa en la Casa Blanca, convocada originalmente para tratar sobre los precios del petróleo, Obama indicó que el tsunami causado por el terremoto, que llegó ya a las costas occidentales de EE.UU., no ha causado daños hasta el momento pero se supervisa "muy de cerca" la situación.
Instó así a los ciudadanos estadounidenses residentes en las zonas afectadas a obedecer las posibles órdenes de evacuación o alejamiento e indicó que las distintas agencias implicadas en este tipo de desastres se coordinan muy estrechamente para responder a posibles daños.
El jefe de la Casa Blanca indicó que ha conversado ya con el primer ministro japonés, Naoto Kan, para ofrecerle la asistencia y las condolencias de su país.
En este sentido, apuntó que un portaaviones estadounidense se dirige a Japón y otro ya se encuentra en aguas niponas. Otro buque se dirige a las islas Marianas para prestar posible asistencia.
"Nuestros corazones están con nuestros amigos en Japón y en toda la región, y estamos dispuestos a apoyarles en su recuperación y reconstrucción tras esta tragedia", insistió el presidente estadounidense
El Gobierno de Japón indicó que el número de víctimas es "extremadamente alto", 137 según el último recuento oficial, y pidió a la población que esté preparada para nuevas réplicas de gran intensidad.
El tsunami que se produjo a continuación habría dejado al menos otros 200 muertos en la ciudad de Sendai, según las autoridades provinciales.
Obama, además de telefonear al jefe del Gobierno japonés, se ha mantenido informado a través de sus colaboradores desde primera hora de la madrugada.
Estados Unidos emitió una alerta de viaje en la que recomienda a sus ciudadanos que no viajen a Japón, salvo que sea esencial, debido al fuerte terremoto
En una rueda de prensa en la Casa Blanca, convocada originalmente para tratar sobre los precios del petróleo, Obama indicó que el tsunami causado por el terremoto, que llegó ya a las costas occidentales de EE.UU., no ha causado daños hasta el momento pero se supervisa "muy de cerca" la situación.
Instó así a los ciudadanos estadounidenses residentes en las zonas afectadas a obedecer las posibles órdenes de evacuación o alejamiento e indicó que las distintas agencias implicadas en este tipo de desastres se coordinan muy estrechamente para responder a posibles daños.
El jefe de la Casa Blanca indicó que ha conversado ya con el primer ministro japonés, Naoto Kan, para ofrecerle la asistencia y las condolencias de su país.
En este sentido, apuntó que un portaaviones estadounidense se dirige a Japón y otro ya se encuentra en aguas niponas. Otro buque se dirige a las islas Marianas para prestar posible asistencia.
"Nuestros corazones están con nuestros amigos en Japón y en toda la región, y estamos dispuestos a apoyarles en su recuperación y reconstrucción tras esta tragedia", insistió el presidente estadounidense
El Gobierno de Japón indicó que el número de víctimas es "extremadamente alto", 137 según el último recuento oficial, y pidió a la población que esté preparada para nuevas réplicas de gran intensidad.
El tsunami que se produjo a continuación habría dejado al menos otros 200 muertos en la ciudad de Sendai, según las autoridades provinciales.
Obama, además de telefonear al jefe del Gobierno japonés, se ha mantenido informado a través de sus colaboradores desde primera hora de la madrugada.
Estados Unidos emitió una alerta de viaje en la que recomienda a sus ciudadanos que no viajen a Japón, salvo que sea esencial, debido al fuerte terremoto
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