La Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), misión de la OTAN en Afganistán, admitió hoy haber matado “accidentalmente” ayer a nueve civiles en el este del país centro-asiático, y aseguró que se depurarán responsabilidades mediante una “acción apropiada” contra los responsables.
En un comunicado, el organismo militar explicó que según una investigación preliminar el suceso ocurrió este martes tras recibir las tropas un ataque insurgente con cohetes en la base de Blessing, situada en el distrito de Darah-Ye Pech de la provincia oriental de Kunar.
“Las fuerzas de la coalición respondieron con fuego al punto de origen. Lamentablemente parece que hubo un error en la transferencia” de la orden a los helicópteros que llevaron a cabo la ofensiva, reza el comunicado.
Nueve menores murieron y otro resultó herido en esta acción de la OTAN, según explicó ayer a Efe la Policía provincial, que agregó que los niños -todos varones y de edades comprendidas entre los siete y trece años- se encontraban recogiendo leña para sus familias.
En la nota, la ISAF sólo dijo que los fallecidos son civiles, sin precisar que son menores.
El general David Petraeus, comandante de las tropas de EEUU y la ISAF en Afganistán, manifestó su “pesadumbre por la tragedia” y anunció que se tomarán las medidas necesarias para evitar que se sigan registrando víctimas civiles.
“La ISAF acepta toda la responsabilidad y continuará investigando en profundidad este incidente para entender lo que ha pasado y tratar de evitar que vuelva a suceder en el futuro. Si la investigación lo corrobora, se emprenderá una acción apropiada, incluida una medida disciplinaria”, agrega la nota.
En las últimas semanas, las fuerzas internacionales han recibido fuertes críticas por haber causado muertes de civiles en varios sucesos distintos.
De acuerdo con el informe anual de la organización Afghanistan Rights Monitor (ARM), 2.421 civiles afganos murieron a causa de la guerra en 2010.
Las organizaciones de derechos humanos atribuyen a los talibanes la mayoría de las muertes de civiles, pero las autoridades afganas, con el presidente Hamid Karzai a la cabeza, han calificado a la vez de “inaceptables” las víctimas civiles en acciones de la ISAF.
La OTAN se disculpa
El comandante de la OTAN en Afganistán se disculpó el miércoles por la muerte accidental de nueve niños afganos y ordenó que los tripulantes de los helicópteros de ataque vuelvan a recibir instrucciones para evitar la muerte de civiles.
Las bajas civiles han sido desde hace tiempo una fuente de fricción entre la fuerza internacional encabezada por Estados Unidos y el presidente Hamid Karzai. El presidente condenó las muertes diciendo que las víctimas eran “niños inocentes que buscaban leña para sus familias durante este invierno crudo”.
“¿Es éste el modo de combatir el terrorismo y mantener la estabilidad en Afganistán?”, preguntó Karzai en una declaración el miércoles. Agregó que la OTAN debía concentrarse más en “refugios terroristas”, frase que suele usar para referirse a bastiones del Talibán en el vecino Pakistán.
Agregó que cuatro de los niños muertos tenían 7 años, tres tenían 8, uno 9 y otro 12. Otro niño resultó herido.
Dijo que los niños recogían leña debajo de un árbol en las montañas. “Yo mismo participé en el entierro”, dijo Noori.
En un comunicado, el organismo militar explicó que según una investigación preliminar el suceso ocurrió este martes tras recibir las tropas un ataque insurgente con cohetes en la base de Blessing, situada en el distrito de Darah-Ye Pech de la provincia oriental de Kunar.
“Las fuerzas de la coalición respondieron con fuego al punto de origen. Lamentablemente parece que hubo un error en la transferencia” de la orden a los helicópteros que llevaron a cabo la ofensiva, reza el comunicado.
Nueve menores murieron y otro resultó herido en esta acción de la OTAN, según explicó ayer a Efe la Policía provincial, que agregó que los niños -todos varones y de edades comprendidas entre los siete y trece años- se encontraban recogiendo leña para sus familias.
En la nota, la ISAF sólo dijo que los fallecidos son civiles, sin precisar que son menores.
El general David Petraeus, comandante de las tropas de EEUU y la ISAF en Afganistán, manifestó su “pesadumbre por la tragedia” y anunció que se tomarán las medidas necesarias para evitar que se sigan registrando víctimas civiles.
“La ISAF acepta toda la responsabilidad y continuará investigando en profundidad este incidente para entender lo que ha pasado y tratar de evitar que vuelva a suceder en el futuro. Si la investigación lo corrobora, se emprenderá una acción apropiada, incluida una medida disciplinaria”, agrega la nota.
En las últimas semanas, las fuerzas internacionales han recibido fuertes críticas por haber causado muertes de civiles en varios sucesos distintos.
De acuerdo con el informe anual de la organización Afghanistan Rights Monitor (ARM), 2.421 civiles afganos murieron a causa de la guerra en 2010.
Las organizaciones de derechos humanos atribuyen a los talibanes la mayoría de las muertes de civiles, pero las autoridades afganas, con el presidente Hamid Karzai a la cabeza, han calificado a la vez de “inaceptables” las víctimas civiles en acciones de la ISAF.
La OTAN se disculpa
El comandante de la OTAN en Afganistán se disculpó el miércoles por la muerte accidental de nueve niños afganos y ordenó que los tripulantes de los helicópteros de ataque vuelvan a recibir instrucciones para evitar la muerte de civiles.
Las bajas civiles han sido desde hace tiempo una fuente de fricción entre la fuerza internacional encabezada por Estados Unidos y el presidente Hamid Karzai. El presidente condenó las muertes diciendo que las víctimas eran “niños inocentes que buscaban leña para sus familias durante este invierno crudo”.
“¿Es éste el modo de combatir el terrorismo y mantener la estabilidad en Afganistán?”, preguntó Karzai en una declaración el miércoles. Agregó que la OTAN debía concentrarse más en “refugios terroristas”, frase que suele usar para referirse a bastiones del Talibán en el vecino Pakistán.
Agregó que cuatro de los niños muertos tenían 7 años, tres tenían 8, uno 9 y otro 12. Otro niño resultó herido.
Dijo que los niños recogían leña debajo de un árbol en las montañas. “Yo mismo participé en el entierro”, dijo Noori.
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