La Reina doña Sofía recibió en Nueva York el premio Camino a la Paz, un galardón que está vinculado a la misión de la Santa Sede ante las Naciones Unidas. Se reconoce así su labor humanitaria y social en la búsqueda de la paz y la justicia en el mundo. El acto puso colofón a la visita oficial de la Reina en un momento particular para la Corona española tras el Rey don Juan Carlos abdicar en su hijo el Príncipe Felipe.
“Con este prestigioso premio están también honrando a un país del que me siendo orgullosa de representar”, dijo doña Sofía al recibir la medalla. La paz, añadió la Reina, es algo que debe ser demandado, negociado y aplicado “cuando se necesita”. Destacó en este sentido el papel que desempeña Naciones Unidas para preservar el orden mundial y su trabajo con la Iglesia Católica.
Doña Sofía recordó que la Escuela de Salamanca definió las bases legales y morales del orden internacional. Hizo así mención a Francisco de Victoria, padre del Derecho Internacional moderno, que tiene un monumento frente a la ONU. La paz, indicó, no solo tiene que llegar a los campos de batalla, también a la política, la familia, el pensamiento y los actos del individuo. Puso énfasis en el acceso a la educación “sin miedo o discriminación”.
La Reina recibió el premio tras reunirse con el nuevo director ejecutivo de Unicef, Anthony Lake. A la gala que se celebró en la sede de las Naciones Unidas estaban invitadas personalidades de la vida social neoyorquina y figuras del mundo de la filantropía. El Vaticano participa como observador en la estructura del organismo, pero pese a ello es un actor muy influyente en los debates y decisiones que adopta la Asamblea General.
Entre los galardonados con el premio que desde hace dos décadas concede la fundación Camino a la Paz se encuentran el expresidente argentino Carlos Menem y el polaco Lech Walesa. También fue reconocida en el pasado la labor de Boutros Boutros-Ghali al frente de la ONU, de la exmandataria filipina Corazón Aquino o de la nicaragüense Violeta Chamorro, junto a la gran duquesa María Teresa de Luxemburgo.
En la víspera, la Reina participó en la sesión anual de la junta ejecutiva de Unicef, el fondo de la ONU para la infancia. También mantuvo un encuentro con el secretario general Ban Ki-moon, que compartió mesa en la gala con doña Sofía, e hizo de anfitriona de un almuerzo a la treintena de mujeres embajadoras ante el organismo. Además, presidió la presentación de la fundación Liceu de Barcelona en Estados Unidos.